miércoles, 28 de agosto de 2013

ENTRELAZAMIENTO CUANTICO O "EFECTO DE DIOS": EL PEGAMENTO ENTRE EL ESPIRITU Y LA MATERIA

El entrelazamiento cuántico, descrito como el parteaguas entre la física moderna y la clásica y también llamado “el efecto de Dios“, parece servir como un cordón inmaterial que conecta todas las cosas del universo y tiende un puente entre la materia y el espíritu 




Las cosas que han estado alguna vez en contacto entre sí siguen influyéndose mutuamente a distancia tras haberse cortado el contacto físico

James Frazer, La Rama Dorada.

What is LOVE?- An attempt to create quantum entanglement between two or more macroscopic sentient beings  

Akposthuman
En las últimas décadas la física cuántica ha tomado una enorme popularidad entre los no iniciados, principalmente por virar el materialismo característico de la ciencia hacia antiguas filosofías como el idealismo o religiones tan atractivas para la mente pos moderna como el budismo. Tiende un puente: la ciencia originalmente no se distingue de la filosofía: ambas buscan describir y entender la naturaleza (o el universo); la naturaleza, que en un inicio era concebida como la manifestación visible del espíritu. Es parte de la interpretación popular de la física cuántica (ampliamente criticada por científicos que en ocasiones no logran salir de la “caja”): hacer del mundo algo en lo que la mente participa o al menos algo que se parece más a lo mental que a lo inerte y meramente mecánico. A mi juicio atinadamente, el filósofo y físico de Yale Abner Shimony llamó a esta vertiente de la física “metafísica experimental”.



Una de las cosas que ha hecho a la física cuántica tan atractiva para la mente popular, con cierta inclinación a la espiritualidad, es que ha demostrado que el acto de observar un objeto afecta el estado de lo que se observa. Este “efecto del observador” se explica por la interacción inevitable entre un instrumento y el fenómeno que se observa. Por otra parte, el principio de indeterminación de Heisenberg señala que la posición y el momentum de una partícula no pueden determinarse hasta que no es medida —existe en un estado de superposición, está, por así decirlo, en todas partes antes de ser medida u observada. La interpretación popular, que extrapola el mundo microscópico, espectral e implicado del quantum al mundo macroscópico, que se caracteriza por el dar sentido: la explicación, ha entendido esto como que al observar cualquier fenómeno, al percibir algo, lo modificamos: la mirada transforma e incluso, bajo cierta influencia del new age, al percibir (o al creer en) algo lo estamos (co)creando. El escritor Robert Anton Wilson desarolló toda una  teoría de psicología cuántica agnóstica de la realidad bajo este principio:

Cada modelo que construimos nos dice más sobre nuestra mente que sobre el universo… el universo es más grande que cualquiera de nuestros modelos… cada descripción del universo es una descripción del instrumento que utilizamos para describir el universo (la mente humana).


Entre el tesoro de rarezas que descubrió la física cuántica al penetrar en el átomo, probablemente la más significativa y maravillosa sea el entrelazamiento cuántico.  Desde 1935 el físico Erwin Schrödinger notó una propiedad peculiar en la materia subatómica que llamó  ”entrelazamiento” (entanglement, en inglés).  Esto es, cuando dos sistemas cuánticos entran en contacto entre sí permanecen conectados instantáneamente, como si fueran parte de un todo indivisible.  Schrödinger rápidamente apuntó que esta era la diferencia fundamental entre la teoría cuántica y la física clásica.

Actualmente el entrelazamiento cuántico se entiende como un proceso en el que una sola función de onda describe dos objetos separados, los cuales comparten una misma existencia no obstante lo lejos que puedan estar entre sí, como si estuvieran unidos por un cordón umbilical invisible o una onda que, en teoría, se puede propagar por todo el universo. Dos partículas que se han entrelazado tienen una descripción definida juntas, pero cada partícula por separada yace en un estado completamente indefinido: podemos decir que no existe la una sin la otra (aunque una partícula pudiera estar en las Pléyades y la otra entrando a tu pupila en la Tierra: photons that did tango, can never untangle). El entrelazamiento cuántico, que ha sido observado principalmente entre fotones, ha sido descrito por Henry Stapp en los términos de “luz gemela”, una “disposición correlacionada a responder”.


Albert Einstein desdeñó este aspecto de la mecánica cuántica con su famosa frase de “acción fantasmal a distancia”. Einstein, por supuesto, había impuesto un límite de velocidad al universo y no concebía posible un efecto superlumínico. Sin embargo, el físico irlandés John Bell demostró con su famoso teorema que el entrelazamiento cuántico sí ocurre (algo que ha sido confirmado en repetidas ocasiones, como es el caso del famoso experimento de Aspect).

Ahora bien, este misterioso efecto de entrelazamiento a distancia difíicilmente se explica por una fuerza física que pueda viajar más allá de la velocidad de la luz para transmitir un estado cuántico entre dos partículas (de existir ciertamente se mantiene fantasmal).  Bell describió esta conexión entre partículas como “no-local”, es decir que no tiene una ubicación en el espacio. Dice Nick Herbert:

Las interacciones no-locales, de existir, serían una especie de vudú de la física en el que una partícula influye en la otra, no a través de una fuerza de campo convencional, sino simplemente porque se han tocado alguna vez en el pasado distante.

Pese a observarse en el laboratorio repetidas veces este fenómeno que afecta a los bloques fundacionales de la materia que conforma a todas las cosas del universo, existe cierta reluctancia (resistencia) a darle importancia al entrelazamiento cuántico. Nuestra vida en el mundo macro discurre sin detenernos a pensar en lo que significa que todas las partículas que han estado en contacto entre sí tengan esta propiedad de conexión cuántica instantánea: no se nos ocurre pensar que estamos entrelazados con ciertas personas, con ciertos objetos, con ciertas ideas que siguen influyéndonos a distancia. Recientemente, sin embargo, científicos han notado que diversos fenómenos “macroscópicos” —como la fotosíntesis y la navegación de las aves— parecen estar ligados al entrelazamiento cuántico. Aún más interesante es la teoría de que nuestro ADN se mantiene unido debido a esta conexión cuántica.

Elisabeth Rieper y colegas de la Universidad Nacional de Singapur dicen que este entrelazamiento es lo que mantiene unida la doble hélice del ADN. Según el sitio Technology Review de MIT, Rieper y sus colegas usaron un modelo teórico del ADN en el que cada nucleótido consiste en una serie de electrones orbitando un núcleo cargado positivamente. El movimiento de la nube negativa es un oscilador armónico. Cuando los nucleótidos se unen para formar un par de bases, las nubes deben de oscilar en direcciones opuestas o la estructura no será estable. Rieper y sus colegas se preguntaron qué  le sucedería a esas oscilaciones si los pares bases estuvieran apilados en una doble hélice. La hélice debería de vibrar y deshacerse, pero esto no sucede, ya que las oscilaciones ocurren como una serie de estados de superposición —lo que significa que oscilan en todos los estados posibles al mismo tiempo. Un entrelazamiento cuántico lo mantiene todo unido [Daily Galaxy].


Que el ADN esté unido por entrelazamiento cuántico es altamente significativo, y por otra parte algo que podría anticiparse bajo cierto entendimiento de la selección natural y la evolución. Siendo que el ADN es fundamentalmente un programa (bio)informático que ha logrado replicarse con éxito —una especie de chip cósmico o libro orgánico (¿el axis mundi de la galaxia?)— y que la forma más efectiva de transmitir información de la cual tenemos conocimiento es el entrelazamiento cuántico, es lógico pensar que el código genético esté vinculado entre sí de esta forma: con el pegamento más potente del universo (curiosamente es esa “oscilación de todos los estados posibles al mismo tiempo” lo que le da cohesión,  una especie de omni-potencia cuántica).

Además de la teoría expuesta por los investigadores de la Universidad de Singapur, el Premio Nobel de Química Luc Montagnier publicó el año pasado un trabajo en el que sugiere que el ADN emite señales electromagnéticas que imprimen su estructura en otras moléculas, algo similar a una teleportación de información, o en otras palabras entrelazamiento cuántico. El experimento realizado por Montagnier ha generado gran controversia y poca aceptación entre la comunidad científica; de cualquier forma avanza hacia una elegante intuición —que parece reflejarse en  la naturaleza. Aún menos aceptado es el trabajo del científico ruso Pjotr Garjaje quien sostiene que el ADN es similar a un Internet cósmico. Lo siguiente del libro Vernetzte Intelligenz de Grazyna Fosar y Franz Bludor (traducción de fragmentos aquí):

De hecho, Pjotr y su equipo encontraron más paralelos aún entre la genética y la informática. Especulan que la estructura del “ADN basura” (el “segundo código” similar a la gramática del lenguaje humano) y su posibilidad de modificación, se deben a que el ADN no acumula toda la información necesaria en cada momento, sino que intercambia información permanentemente (la recibe, modifica y emite), de la misma forma que lo hace una computadora conectada a la web. Cada persona sería, siguiendo esta línea argumental, un nodo de una red o sistema (como Internet) que involucraría a muchos más individuos-nodos.

Hay que aclarar que Pjotr es una figura oscura, aparentemente miembro de la Academia de Ciencias de Moscú según algunos sitios web,  de quien se tiene poca información y quien cree que el ADN no solo puede modificarse a través de la interacción de rayos de luz coherente (como lásers), también a través de las palabras —de manera similar a lo que sostiene Masaro Emoto con las moléculas de agua. Aclarando esto —que nos alejamos de la ciencia establecida— la posibilidad de que el ADN de un ser vivo no solo esté en un estado de entrelazamiento cuántico con cada una de sus células, sino con otros miembros de su especie (y quizás con todo el universo), es muy interesante. Es una forma de explicar la fascinante teoría de los campos mórficos del biólogo Rupert Sheldrake, quien sostiene que existen campos de información  que organizan el desarrollo de una especie y sirven como una memoria de la naturaleza —de tal forma que se pueden transmitir hábitos y mutaciones de manera horizontal, sin tener que pasar de generación a generación.

 En 1920 el embriólogo Alexander Gurwitsch descubrió que los seres vivos emiten fotones “ultra-débiles” dentro del espectro ultravioleta. Gurwitsch los llamó “rayos mitogénicos”, ya que creía que estos fotones tenían un papel importante en la división celular del campo morfogenético, es decir, en el desarrollo de la estructura morfológica de un ser vivo.

En la década de los 70 el profesor Fritz Albert Popp descubrió que esta emisión de luz, a la que llamó biofotones, se presentaba en un rango de entre 200 y 800 nm y que exhibía un patrón periódico y coherente. Popp teorizó que los biofotones son producidos por el ADN en el núcleo de las células. Esto fue demostrado en los años ochenta. El Dr. Jeremy Narby  escribió en su libro The Cosmic Serpent:

Como el axis mundi de las tradiciones chamánicas, el ADN tiene una forma de escalera torcida (o una viña); de acuerdo a mi hipótesis, el ADN era, como el axis mundi, la fuente del conocimiento y las visiones chamánicas. Para estar seguro tenía que entender cómo el ADN podía transmitir información visual. Sabía que emitía fotones, que son ondas electromagnéticas, y me acordé de lo que Carlos Perez Shuma me había dicho cuando comparó a los espíritus con ‘ondas de radio’. Una vez que prendes la radio, las puedes sintonizar. Es lo mismo con los espíritus; con la ayahuasca los puedes ver y escuchar. Así que investigué la literatura sobre fotones de origen biológico [...]

Narby formuló la hipótesis de que cuando los ayahuasqueros del Amazonas dicen comunicarse con los espíritus de las plantas, de sus ancestros o de la naturaleza, en realidad se están comunicando con el ADN de esas plantas o con su propio ADN (el cual tiene un campo holográfico) —y de esta forma obtienen información sumamente difícil de obtener por métodos de prueba y error, como fue en su momento el descubrimiento del curare. «Esta es la fuente del conocimiento: el ADN, viviendo en el agua y emitiendo fotones, como un dragón acuático escupiendo fuego».

Existe en la profundidad del misticismo humano una identidad entre el espíritu y la información, que ha sido recuperada con la física cuántica y con la era de la informática. Del gnosticismo al Internet. De Hermes a MSN. It from bit.

Heisenberg escribió: “los átomos no son cosas, son solo tendencias, así que en vez de  pensar en cosas, debes de pensar en posibilidades. Todos son posibilidades de conciencia”.

Ervin Lazlo ha dicho que “la información es el software del universo“. Vemos hoy  claramente que la información es lo que programa a la materia, lo que de alguna manera arde al interior del cuerpo (la manifestación más conspicua de aquello que llamamos alma —”el sol invisible”— es la información, el código).

La versión de Erik Davis del Génesis: En el principio era la Info, y la Info estaba con Dios, y la Info era Dios.

Davis, en su texto Images of Spiritual Information, añade: “El medio es el mensaje y el mensaje es el espíritu al interior que viene de fuera, señal y ruido cruzando las fronteras entre sí en el flujo feroz del desdoblamiento”.

Si el Logos o Espíritu en verdad es omnipresente, entonces debe de contar con los servicios de mensajería instantánea del entrelazamiento cuántico.  No por nada el escritor Brian Clegg ha titulado su libro sobre el entrelazamiento cuántico “El Efecto de Dios“, como si este fuera el resultado de la materialización de la divinidad en el universo: el sello elástico de la unidad.

 

Según el físico Nick Herbert, el teorema de Bell revela que los hechos que experimentamos en el mundo “no pueden ser simulados por una realidad local subyacente. Cualquier realidad que se ajuste a los hechos debe de ser no-local [...]. El teorema de Bell muestra que debajo del mundanal ruido de nuestra existencia local yace oculta una realidad cuántica vudú conectada superlumínicamente que es necesaria para que este mundo ordinario opere”.

Esta realidad subyacente es lo que David Bohm llamó el orden implicado, un mar de energía del cual se desprende nuestra existencia apenas como la onda que se forma sobre la superficie de un lago cuando se lanza una piedra. Es también lo que Arthur Schopenhauer llamó el Mundo de la Voluntad (nuestra realidad explícita es el Mundo de la Representación: el Maia, la Matrix). Es también el mundo del Nagual, que expone Don Juan Matus según Carlos Castaneda y que podría ser parte de la tradición oculta tolteca. Es el mundo del Espíritu, el Brahman. El entrelazamiento cuántico parece ser el cordón umbilical (de luz comunicante) entre la dimensión de unidad divina absoluta y el mundo material de la multiplicidad, que es una falsa caída o división, ya que, por el mismo entrelazamiento cuántico, el Espíritu sigue irradiando, transmitiéndose a sí mismo a través de nosotros. In-formándonos.

Con información de Quantum Tantra y de MIT Technology Review

Por: Alejandro de Pourtales, en: http://pijamasurf.com/2012/01/entrelazamiento-cuantico-el-pegamento-entre-el-espiritu-y-la-materia/



jueves, 15 de agosto de 2013

KRISHNAMURTI: EL PENSAMIENTO, LA INTELIGENCIA Y LO INMENSURABLE


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Krishnamurti intenta investigar qué diferencia existe entre el pensamiento, la inteligencia y lo inmensurable.

El pensamiento es el recuerdo de la memoria, es el pasado, lo conocido que ha construido un espacio en el que actuamos y pensamos, que nos condiciona.

Krishnamurti se pregunta cómo hacer para acceder al espacio de lo inmensurable sin despojarnos de la limitación de nuestros pensamientos para poder buscar la libertad. Un espacio que permita pensar sin fragmentar, sin remitirse a experiencias anteriores, que sólo se mueva con la experiencia sin la carga del pasado.

Una inteligencia capaz de algo así puede alcanzar lo inmensurable, porque la inteligencia no es el pensamiento, que está en el tiempo, la inteligencia está más allá del tiempo.

La inteligencia es la que proporciona armonía entre la mente, el corazón y el cuerpo, no actúa con palabras sino con sentimientos y descubre la realidad tal como es.

El espacio que ocupa la inteligencia no tiene fronteras, es inimaginable, silencioso, donde no puede llegar el pensamiento.

El espacio del pensamiento, que es limitado por el tiempo, crea aislamiento, mundos diferentes divididos por muros, razas, religiones, categorías; y es estrecho y cerrado.

Krishnamurti afirma que cualquier progreso individual o mejora propia es la más inflexible forma de aislamiento, porque tiene medida y está en el tiempo, y todo lo que es mensurable trae conflicto.
¿Puede este tipo de pensamiento enlazarse al otro que no pertenece a este mundo, para buscar la libertad, y poder funcionar igualmente en el mundo real, sólo cuando es necesario para poder vivir, y a la vez permanecer absolutamente quieto y silencioso y con esa inteligencia ver la realidad tal cual es?

El pensamiento, que es tiempo, debe funcionar en el área del conocimiento, pero sólo es altamente inteligente cuando accede al espacio infinito donde hay silencio, sin condicionamientos y es en ese amplio espacio de silencio donde está el sentimiento de la belleza y el amor.

Cuando el pensamiento funciona con esta inteligencia, no busca experiencias, sino que experimenta directamente sin necesidad de repetir historias, porque se mueve con cada experiencia como si fuera algo que ocurre por primera vez.

Esa inteligencia no divide, no fragmente, no juzga, percibe el hecho, lo experimenta y permanece quieta y en silencio.

Cuando se produce la pérdida de un ser querido, sólo la inteligencia nos permite quedarnos quietos y en silencio con el dolor, sin buscar explicaciones ni causas, es el pensamiento el que trata de controlar, indagar y sufrir.

La armonía entre cuerpo, mente y corazón es quietud, no entusiasmo, excitación o sentimentalismo, sino plenitud, armonía, la profundidad del amor y es entonces cuando lo inmensurable Es.

Cuando estamos alertas no necesitamos esperar que ocurra nada en especial, porque nos sentimos activos, vitales, en movimiento. En cambio cuando estamos inatentos ocurren cosas y entonces actuamos desde el nivel de lo que no es verdadero y estamos nerviosos, ansiosos, atrapados y desesperados.

El que tiene una percepción alerta todo el día, durante el sueño también la tiene, de modo que estará tranquilo y en paz, no tendrá nada que examinar ni en qué preocuparse.

Porque el cerebro exige orden y si tenemos percepción alerta, al final del día está ordenado y no tiene que producir orden durante la noche; y al otro día puede estar extraordinariamente vital y no muerto, drogado o corrupto.

Fuente: “La Persecución del Placer” El despertar de la inteligencia (vol.II), Fundación Krishnamurti, Ed.Sirio

Tomado de: http://filosofia.laguia2000.com/filosofia-oriental/krishnamurti-el-pensamiento-la-inteligencia-y-lo-inmensurable

OSHO - FUMAR COMO MEDITACIÓN

 
"Un hombre vino a verme. Había sido un fumador empedernido durante 30 años y ahora estaba enfermo y los doctores le habían dicho: "Nunca sanarás si no dejas de fumar". Pero como era un fumador crónico no podía evitarlo. No es que no lo hubiese intentado. Lo había intentado, sí. Había hecho un gran esfuerzo y había sufrido mucho en el intento, pero solo lo lograba durante uno o dos días y entonces sentía unas ganas tan tremendas de fumar que empezaba de nuevo.

Por este hábito de fumar había perdido toda confianza en sí mismo. Sabía que no podía hacer una pequeña cosa: no podía dejar de fumar. Se había convertido en un ser despreciable ante sus propios ojos, se veía como la persona más despreciable del mundo. No tenía respeto hacia sí mismo. Vino a mí y me dijo:

- ¿Qué puedo hacer? ¿Cómo puedo dejar de fumar?

- Nadie puede dejar de fumar - le dije -. Tienes que comprenderlo. Actualmente fumar no depende solo de tu decisión. Ha entrado en tu mundo de hábitos, ha echado raíces. 30 años es un largo tiempo. Ha echado raíces en tu cuerpo, en tu química; se ha esparcido por todo tu ser. No es algo que tu cabeza pueda decidir. Tu cabeza no puede hacer nada, la cabeza es impotente. Puede empezar cosas pero no puede detenerlas tan fácilmente. Una vez que has empezado y lo has practicado tanto, eres un gran yogui. ¡30 años fumando! Ahora se ha convertido en algo autónomo; tendrás que desautomatizarlo.

- ¿Qué quieres decir con desautomatización? - preguntó entonces.

Y de eso es de lo que trata la meditación: de desautomatización.

- Haz una cosa: olvídate de dejarlo. Tampoco hay ninguna necesidad. Durante 30 años has fumado y vivido. Desde luego, ha sido un sufrimiento, pero también te has acostumbrado a eso. Y, ¿qué importa si te mueres unas horas antes de lo que te hubieras muerto sin fumar? ¿Qué vas a hacer aquí? ¿Qué has hecho? Entonces, ¿qué sentido tiene? ¿Qué importa si te mueres un Lunes, un Martes o un Domingo, este año o el que viene? - le dije.

- Si, es verdad; no importa.

- Pues olvídalo; no lo vamos a dejar en absoluto. Haremos algo mejor aún: vamos a entenderlo. Por lo tanto, la próxima vez conviértelo en una meditación.

- ¿Fumar, una meditación?

- Si, ¿por qué no? La gente Zen puede hacer una meditación y una ceremonia del hecho de beber té. Fumar puede ser una meditación igual de bella.

- ¿Qué estás diciendo? - Me miró encantado y con renovada vitalidad añadió- : ¿Meditación? Dime cómo. ¡No puedo esperar!

- Haz una cosa: cuando saques el paquete de cigarrillos del bolsillo, hazlo lentamente. Disfrútalo, no hay ninguna prisa. Sé consciente, permanece alerta; date cuenta. Sácalo lentamente y con toda consciencia. A continuación saca el cigarrillo del paquete con completa consciencia, lentamente, y no como antes, de forma apresurada, inconsciente y mecánica. Luego empieza a golpear ligeramente el cigarrillo sobre el paquete, pero estando muy alerta. Escucha el sonido, exactamente como hace la gente Zen cuando el samovar empieza a cantar y el té empieza a hervir, y el aroma....

Entonces huele el cigarrillo y aprecia su belleza...

- ¿Qué estas diciendo? ¿Su belleza? - dijo él.

- Sí, es hermoso. El tabaco es tan divino como cualquier otra cosa. Huélelo, es el olor de Dios.

Parecía sorprendido y dijo:

- ¿Qué? ¿Estás bromeando?

- No, no estoy bromeando. Incluso cuando bromeo, no bromeo. Soy muy serio.

- Ponlo en tu boca con total consciencia y enciéndelo con total consciencia. Disfruta cada acto, cada pequeño acto y divídelo en tantos actos como te sea posible para que te puedas volver más y más consciente.

Entonces aspira la primera bocanada: Dios en forma de humo. Los hindúes dicen: Annam Brahm, "El alimento de Dios". ¿Por qué no el humo? Todo es Dios. Llena tus pulmones profundamente. Esto es pranayama. ¡Te estoy dando el nuevo yoga para la nueva era! Entonces suelta el humo, relájate; otra bocanada y continúa así muy lentamente.

Si lo puedes hacer te sorprenderás; pronto verás toda la estupidez que entraña. No porque otros hayan dicho que es estúpido; no porque otros hayan dicho que es malo. Lo verás tú mismo. Y ese darte cuenta no será solo intelectual; será una visión de todo tu ser, será una visión de tu totalidad. Y entonces si un día lo dejas, lo dejas; y si continúas, continúas. No necesitas preocuparte por ello.

Después de 3 meses vino y me dijo:

- Lo dejé.

- Ahora - le dije - inténtalo con otras cosas también.

Ese es el secreto, el secreto: desautomatizarte.

Si caminas, camina lentamente, de una forma consciente. Si miras, mira atentamente y verás que los árboles son más verdes que nunca y las rosas más rosas. ¡Escucha! Alguien está hablando, cuchicheando: escucha, escucha atentamente. Deja que toda tu actividad se desautomatice.

OSHO - Meditación La Primera y Ultima Libertad

lunes, 5 de agosto de 2013

LOS NIÑOS EXCLUIDOS DEL CLAN - EL TRANSGENERACIONAL - REPITIENDO VIVENCIAS ANCESTRALES



 
¡Las repeticiones de un transgeneracional no dejan de sorprendernos!

Un bebé nace con el programa de "niño accidente" pues no fue buscado conscientemente por sus padres. Durante el embarazo, ambos hacen planes y preparan el nido para el bebé pero... apenas dos días después del alumbramiento, la madre regresa a casa de sus padres con el bebé y no permite que el padre registre al recién nacido.

Pasados los meses y a pesar de hablar y negociar, no llegan a un acuerdo en cuanto a la custodia o paternidad. El padre, renuncia a ver al niño y se desprende de la responsabilidad, por lo tanto el niño no entra en el clan paterno.

Nunca quedó claro el porqué de aquella huída pero, transcurridos 5 años, este niño es un vivo retrato del padre, no puede negarse su paternidad, a pesar no haber mantenido contacto alguno con el pequeño.

 Enric Corbera Explicación cuántica del transgeneracional - El Duelo
 
 
 
Estudiando el árbol, registramos que la abuela paterna de este niño, es decir, la madre del padre, fue una niña adoptada que no supo de su circunstancia vital justo hasta que quedó embarazada, por accidente también y siendo una adolescente, engendrando así al padre de este último bebé.

Fue entonces cuando sus padres (en teoría biológicos) le comunicaron escuetamente en una carta o grabación (no recuerda bien cómo) que no era hija biológica del matrimonio sino que había sido adoptada. Ahí se produce un bioshock importante que se registrará en el proyecto-sentido de su hijo.

Ella mantiene el secreto ante el clan y así el programa se repite, cuando su hijo tiene a su primogénito y éste sistemáticamente retirado del clan.