Alfredo Kraus Trujillo (Las Palmas de Gran Canaria, 24 de noviembre de 1927 – Madrid, 10 de septiembre de 1999) fue un cantante (tenor) y profesor de canto, español,de madre española y padre austriaco. Es considerado uno de los mejores tenores liricos ligeros de la segunda mitad del siglo XX. Su personaje más conocido fue Werther de la ópera homónima de Jules Massenet.
Correctamente aclamado como el mejor tenor español de su generación, Kraus era
bien conocido por su estilo elegante y sofisticado. Él fue capaz de combinar
cantar aparentemente sin esfuerzo con rigurosa atención a la técnica musical y
detalles y ser uno de los pocos tenores que se mantuvo en la escena hasta los
últimos días de su vida. En 1992,
a la edad de 64 años, Kraus interpretó el papel de
Nemorino en L'elisir d'amore de Donizetti en el Covent Garden de Londres.
Cuatro años más tarde, en 1996, emprendió una gira internacional extensa para
conmemorar sus 40 años de carrera. Los críticos han comentado que su facilidad
de cantar, su elegante expresión y su tono brillante eran propios de un hombre
joven.
Alfredo Kraus habla de técnica vocal - IMPERDIBLE |
Hijo de un austriaco nacionalizado español, Alfredo Kraus nació en Las Palmas,
Islas Canarias, el 24 de Septiembre de 1927. A la edad de cuatro años comenzó sus
clases de piano, pero en sus primeros años se dedicó a estudios convencionales.
Después de completar su educación secundaria estudió ingeniería industrial,
pero poco después de graduarse, Kraus comenzó a concentrarse más y más en el
canto, estudiándolo en Barcelona, Madrid y más tarde en Italia.
Kraus era por naturaleza un perfeccionista y al principio no se consideraba suficientemente apto para salir a escena. Esto cambió cuando conoció a Mercedes Llopart en Milán, Italia, y comenzó a tomar clases con ella. Llopart era una soprano muy popular en Italia y España en los años 20 y 30 quien animó a Kraus y le enseñó música y canto durante los primeros años de su carrera.
Kraus hizo su debut operático interpretando en papel del Duque de Mantúa en Rigoletto de Verdi en El Cairo en enero de 1956. Seguidamente, interpretó La Traviata en Venecia, Turín y Londres y en 1958 hizo su primera aparición en Roma y Lisboa. En 1959 actuó en Barcelona y Turín con Los Pescadores de Perlas, y en Lisboa con Lucia de Lammermor y en 1959 - 60 interpretó La Sonnambula de Vincenzo Bellini en la Escala de Milán.
Kraus era por naturaleza un perfeccionista y al principio no se consideraba suficientemente apto para salir a escena. Esto cambió cuando conoció a Mercedes Llopart en Milán, Italia, y comenzó a tomar clases con ella. Llopart era una soprano muy popular en Italia y España en los años 20 y 30 quien animó a Kraus y le enseñó música y canto durante los primeros años de su carrera.
Kraus hizo su debut operático interpretando en papel del Duque de Mantúa en Rigoletto de Verdi en El Cairo en enero de 1956. Seguidamente, interpretó La Traviata en Venecia, Turín y Londres y en 1958 hizo su primera aparición en Roma y Lisboa. En 1959 actuó en Barcelona y Turín con Los Pescadores de Perlas, y en Lisboa con Lucia de Lammermor y en 1959 - 60 interpretó La Sonnambula de Vincenzo Bellini en la Escala de Milán.
ALFREDO KRAUS - GAYARRE |
Kraus rápidamente alcanzó la categoría de tenor mundial. Actuó en una película
basada en la vida de Gayarre, representando al famoso tenor navarro. Después
actuó frecuentemente en los teatros más prestigiosos del mundo cantando con
Maria Callas, Joan Sutherland y otras sopranos mundialmente renombradas. Quizás
el papel más famoso y preferido por él mismo fue Werther, de Jules Massenet.
Kraus también grabó muchos discos de zarzuela durante su carrera. La zarzuela está basada en las historias y el folklore de las regiones de España y es un género musical español que se desarrolló en los primeros años del siglo 17 y que fue compuesto inicialmente para superar la resistencia local a la ópera tradicional. La zarzuela abarca una gran extensión de estilo musical. Algunas Zarzuelas son como una comedia musical, como La Montería, El Santo la Isidra. Otras, como Doña Francisquita, El Caserío, se asemejan más a la ópera.
La voz de Kraus no era potente comparada con otros tenores y rehusó dedicarse a los extravagantes arranques de virtuosismo espontáneo que esperaba parte del público latino. En su lugar, desarrolló un carácter refinado y de tono templado para su canto. Un crítico afirmó que Kraus “no tenía igual en inteligencia, en musicalidad y ‘línea', ese alto misterio del arte que esconde el arte sin ninguna sospecha de ardid.”
Kraus también grabó muchos discos de zarzuela durante su carrera. La zarzuela está basada en las historias y el folklore de las regiones de España y es un género musical español que se desarrolló en los primeros años del siglo 17 y que fue compuesto inicialmente para superar la resistencia local a la ópera tradicional. La zarzuela abarca una gran extensión de estilo musical. Algunas Zarzuelas son como una comedia musical, como La Montería, El Santo la Isidra. Otras, como Doña Francisquita, El Caserío, se asemejan más a la ópera.
La voz de Kraus no era potente comparada con otros tenores y rehusó dedicarse a los extravagantes arranques de virtuosismo espontáneo que esperaba parte del público latino. En su lugar, desarrolló un carácter refinado y de tono templado para su canto. Un crítico afirmó que Kraus “no tenía igual en inteligencia, en musicalidad y ‘línea', ese alto misterio del arte que esconde el arte sin ninguna sospecha de ardid.”
La aparición de Kraus como estrella operática sucedió en un tiempo en que había
una peculiar escasez de tenores en España y en el mundo. Pero a pesar de esa
escasez, ese período produjo algunos de los más destacados tenores de este
siglo, como Giuseppe Diestefano, Mario del Mónaco, Franco Corelli y Mario
Lanza.
Kraus no sólo se encuentra entre esos famosos, recibiendo innumerables condecoraciones de Francia, Italia y España, sino que su carrera de más de cuarenta años está caracterizada por una gran oposición a cualquier adulteración o vulgarización de la ópera que se hiciera bajo el pretexto de adquirir amplia popularidad.
Según Kraus dijo a un periodista: “Cuando se empieza a cantar hay que hacer una elección y decidir si uno quiere servir a la música y estar en la cima de su arte o ser un tenor popular. Yo quiero ser recordado por el público que comprende la ópera, que aprecia el bel canto, la gente que tiene más sensibilidad.”
Los dos últimos años de la vida de Kraus estuvieron ensombrecidos por la muerte de su esposa en 1997, lo cual le afectó tan profundamente que dejó de cantar durante ocho meses. Orgulloso y con gran voluntad, finalmente volvió a los escenarios y a dar lecciones, comentando: “No tengo ánimos para cantar pero debo hacerlo porque, en un sentido, es una señal de que he superado la tragedia. Cantar es una forma de admitir que estoy vivo.”
Falleció en 1999, con 71 años.
Arias Inolvidables
Kraus no sólo se encuentra entre esos famosos, recibiendo innumerables condecoraciones de Francia, Italia y España, sino que su carrera de más de cuarenta años está caracterizada por una gran oposición a cualquier adulteración o vulgarización de la ópera que se hiciera bajo el pretexto de adquirir amplia popularidad.
Según Kraus dijo a un periodista: “Cuando se empieza a cantar hay que hacer una elección y decidir si uno quiere servir a la música y estar en la cima de su arte o ser un tenor popular. Yo quiero ser recordado por el público que comprende la ópera, que aprecia el bel canto, la gente que tiene más sensibilidad.”
Alfredo Kraus y Renata Scotto - Cantos de Navidad (Villancicos)
En sus últimos años se dedicó a la docencia, siendo maestro de jóvenes intérpretes, como el tenor venezolano Aquiles Machado, el tenor italiano Giuseppe Filianoti y el tenor griego Mario Frangoulis. Finalmente y como honor inédito en la historia de un artista vivo, el auditorio de su ciudad natal, se llama Auditorio Alfredo Kraus de Las Palmas de Gran Canaria.Los dos últimos años de la vida de Kraus estuvieron ensombrecidos por la muerte de su esposa en 1997, lo cual le afectó tan profundamente que dejó de cantar durante ocho meses. Orgulloso y con gran voluntad, finalmente volvió a los escenarios y a dar lecciones, comentando: “No tengo ánimos para cantar pero debo hacerlo porque, en un sentido, es una señal de que he superado la tragedia. Cantar es una forma de admitir que estoy vivo.”
Falleció en 1999, con 71 años.
Arias Inolvidables