Por Dan Millman - Pelicula aquí
Dan Millman es un ex atleta profesional, profesor universitario y autor
bestselllers. Ha escrito ocho libros de entre los que destacan “El
Camino de guerrero pacífico” y “La vida que han nacido para vivir” y
“Las 12 puertas”. Su obra ha inspirado a millones de personas en más de
veinte idiomas. Dan en sus libros nos
ofrece pequeñas recetas muy aplicables al día a día y a la vida
cotidiana. Había leído muchos libros de Oriente y de Occidente, de
diferentes tradiciones espirituales y religiosas y siempre encontró la
misma verdad reflejada en todos pero encubierta por trampas lingüísticas
y culturales, hasta que se decidió por escribir eso mismo pero con un
lenguaje accesible y actual.
Escribió sus libros con la
intención de ayudar a cristianos o judíos o sufíes hindúes o budistas o
estar mejor a cualquiera sea cual sea su forma de vida. Él nos habla de
lo que hacemos independientemente de nuestras creencias o convicciones
religiosas.
En su libro “las 12 puertas” nos propone una nueva
definición de lo que llamamos el éxito o el equilibrio. A través de 12
puertas o estadios podemos recuperar nuestra autonomía y autocontrol
para conseguir la iluminación y la felicidad.
Estas son las 12 puertas:
1 – Descubrir nuestro valor: No importa lo inteligente, atractivos y
brillantes que podamos ser. Si dudamos de nuestra valía, entonces
nuestros propios pensamientos sabotean todos los esfuerzos y pueden
acabar por socavar las relaciones y nuestra vida. Es necesario abrirse a
la vida abundante con el convencimiento de que nos merecemos aquello
que deseamos o tenemos. En la medida en que nos creemos que lo
merecemos, descubriremos nuestro valor.
2 – Recuperar nuestra
voluntad: Incluso los mejores planes siguen sin hacerse si no existe un
motor o una voluntad decidida a hacerlos. El amor propio y la autoestima
surgen como consecuencia de hacer lo que hay que hacer cuando toca
hacerlo.
3 – Energizar el cuerpo: Si nos falta la vitalidad no
tenemos nada, si tenemos salud, todo es posible. Lo único de lo que
podemos estar seguros es que tenemos un cuerpo para vivir. Cuidar este
cuerpo es l manera más fácil de estar bien con nosotros mismos y con el
entorno.
4 – Administrar nuestro dinero: Al aclarar nuestros
objetivos y el uso de nuestros dones, podemos hacer circular
correctamente el dinero. Amar aquello que hacemos y disfrutar trabajando
al servicio de los demás, nos ayudan a conectarnos con la más alta
vocación de nuestra alma. El dinero es energía y por tanto es neutro, no
es ni bueno ni malo. El uso de nuestra energía nos revelará el correcto
uso del dinero.
5 – Controlar nuestra Mente: “El mundo es un
reflejo de tu mente.” En una mente limpia no hay lugar para fantasmas.
Cada uno de nosotros vemos el mundo a través de infinidad de filtros:
las creencias, la educación, la opinión, la interpretación, los miedos….
Sólo con una mente libre de condicionamientos podremos objetivamente
captar la realidad.
6 – Confiar en nuestra intuición: La
intuición es la llave que nos abre la puerta a las dimensiones
superiores o espirituales del Ser. La intuición nos permite
reconectarnos con nosotros mismos y responder al mundo con otra
claridad.
7 – Aceptar nuestras emociones: Aceptar completamente
nuestras emociones, sin apegarnos a ellas. No somos nuestras emociones
ni nuestros pensamientos. Hay que reconocerlos, hacer las paces con
ellos y soltarlos completamente para no identificarse con ellos.
8 – Plantarle cara a nuestros miedos: “el valor no está en la ausencia
de miedo, sino en su conquista.” El coraje diario no es un sentimiento
sino una acción. Usted puede dirigir su atención hacia lo positivo y
tratar de fijar su mente, dirigiéndola, y así al afirmar su poder, sin
emociones. Visualizando los resultados positivos conseguirá superar sus
miedos.
9 – iluminar nuestra sombra: Debemos ser capaces de
bajar a las profundidades de nuestra sombra y ser capaces de iluminarla.
Esto liberará una gran cantidad de energía, que de otro modo perdíamos
en tonterías y que ahora recuperaremos para ser más eficaces. El
conocimiento de sí mismo genera la autenticidad, alegría y compasión.
10 – Abrazar nuestra sexualidad: La negación de las energías de la vida
como la energía sexual no es una práctica recomendable. Debemos
observarnos, aceptarnos y con prudencia respetar al otro. Hacer el amor
puede ser una práctica espiritual y una celebración de la vida.
11 – Despertar nuestro corazón: En esta puerta se nos despierta una
nuevo estado en nuestro corazón. Fluye y rebosa amor, amor que perdura,
que une y no separa, que no son sólo palabras o sentimientos, que no
seduce o controla, que sólo es y por ser ilumina. El amor nos abre las
puertas a la iluminación diaria.
12 – Servir al Mundo: El
servicio es a la vez un medio y un fin, al dar a los demás, viene a
nosotros la abundancia y la paz interior. La última puerta da sentido a
la vida.
Pero estas 12 puertas no son sólo buenos consejos, él
nos presenta en su libro un plan de trabajo, como si de un entrenamiento
de gimnasia se tratara, que paso a paso nos conduce inequívocamente a
una vida iluminada y de abundancia.
El error básico es que nos
saboteamos a nosotros mismos en nuestras relaciones, en nuestras
prácticas espirituales, en los ámbitos financieros, incluso en nuestra
salud. Nos saboteamos la vida porque en algún nivel inconsciente no nos
sentimos merecedores de todo lo que podemos obtener. Ese es el reto más
importante al que podemos aspirar: el crecimiento personal, el
crecimiento espiritual o el desarrollo del potencial humano. Los seres
humanos estamos llenos de tendencias. Tendemos a ser perezosos, o al
exceso de trabajo. Tendemos a dejar que nuestras emociones conduzcan
nuestro comportamiento. Tendemos a complacer a los demás o tendemos a
negarnos a nosotros mismos. Tendemos a ser pasivos o agresivos,
obsesivos, o a actuar sin pensar. Tenemos la tendencia a negar o evitar
la solución de los problemas hasta que ya no podemos evitarlos. Tendemos
a ser egocéntricos, defensivos y resentidos.
Para salir de
este atolladero Dan Millman ha creado lo que él llama “la práctica de la
iluminación”, un enfoque radicalmente nuevo de la vida espiritual en el
cual la energía y la atención no se dirigen hacia tratar de lograr
cualquier cambio interno de la conciencia, sino a hacer lo que sea
necesario para “actuar como si” ese cambio ya se hubiese producido.
Sabemos lo que debemos hacer pero, ¿por qué no lo hacemos?: “Just do it”. “Hazlo”