
La falta de observación y profundidad, impide ver la gran obra de la vida actuando momento a momento por medio de nosotros, en la existencia ajena y en la propia.
Pero tenemos un cuerpo que vive, porque nosotros, que somos vida, habitamos en él.
Reconócete como la vida que eres y disfruta en la sencillez y en la complicación, ese don hermoso que eres para todos, hoy.