El Inconsciente Biológico (IB)
Es difícil definir el inconsciente en general ya que no somos muy conscientes de él, ¿verdad? Eso es debido a dos cosas:
a) Que a simple vista solo podemos observar sus efectos, no su esencia o sus funciones específicas. En eso se parece a un agujero negro, podemos observar muchos de sus efectos, pero al tener que definirlo: “…pues es un agujero, y es negro…” Luego, evidentemente pueden aparecer varias definiciones que variarán a cada descubrimiento que se haga de ellos. En el inconsciente biológico nos sucede lo mismo, es mejor exponer algunos ejemplos de su funcionamiento para que cada uno pueda asimilar su significado a su manera. Al darse cuenta (llevar a la conciencia) de su existencia nos será mucho más fácil identificarlo y definirlo sin crear dogmas, ya que todos poseemos uno.
b) Es siempre personal, está formado por las herencias familiares, grupales, de clase, sociales… que recibimos sobretodo en nuestros primeros años de vida. Estas herencias generan programas inconscientes que dirigen nuestra vida biológica al ser activados por las experiencias vividas. Por eso en una misma película una persona puede echarse a llorar, o pasar mucho miedo mientras que a su lado otra permanece impertérrita; eso depende de los programas del IB.
Ejemplos para entender el IB:
(Del libro Biodescodificación: El Código Secreto del Sintoma - Biodescodificación - Enric Corbera y Rafael Marañón
“¿Qué hace que una hembra, por ejemplo, de monos, entre en celo si un macho secundario mata a su prole?, ¿qué es lo que hace (o quién lo hace) que una mariposa cambie el color de sus alas cuando va a reproducirse, cuando se encuentra enferma o simplemente cuando está rabiosa?, ¿qué o quien hace que un animal se mimetice con el ambiente, con el suelo, con las hojas de los árboles o simplemente cambie de color?, ¿Cómo sabe una hembra leona que el macho que la está rondando se va a quedar con ella y va a proteger a su prole y entonces, después de días o semanas, permite que este copule con ella?
…
Un interesante artículo dice: “Los elefantes ya no nacen con colmillos”, y sigue: “Cada vez nacen más elefantes sin colmillos debido a la caza furtiva para apoderarse de estos. Los elefantes machos con grandes colmillos tienen más posibilidades de ser matados. Del mismo modo tienen más posibilidades de vivir aquellos que los tienen más pequeños o que, simplemente, no los tienen. Por este motivo, cada vez que nacen elefantes sin colmillos no se debe a la evolución natural sino a la acción del hombre (sic)”…”En África el 30% de estos animales no llegan a desarrollar nunca los colmillos” (Zhang Li de la Universidad de Beijing, China)”
La afirmación “…no se debe a la evolución natural sino a la acción del hombre” puede llevar a errores por el hecho de separar “lo natural” de la acción del hombre como si este fuera algo artificial. Supongo que el autor lo separa debido a la carga emocional que contiene la expresión “evolución natural” relacionada con la teoría de la evolución de Darwin.
Hay cuatro características que hay que tener muy en cuenta al hablar del IB. Si las ignoramos no tendremos acceso a él. Tendremos acceso a algo, a la imaginación, a recuerdos… pero no será nuestro Inconsciente Biológico, y no podremos descodificar adecuadamente sus mensajes porqué no los habremos comprendido.
Las características a comprender son:
1 – El otro no existe
2 – Es atemporal.
3 – Real = Imaginario.
4 – Es inocente.
Vamos a verlas una a una:
1 – El otro no existe:
Para el IB todo eres TÚ, todo te pasa a ti. Vivas la experiencia que vivas el IB nunca las considerará externas. Uno puedo empatizar con el problema de otro y sufrir-lo y sufrir la enfermedad, por ejemplo: Un niño se pierde, pero es su padre quien genera un tumor en el pulmón (conflicto de territorio y miedo a morir), porqué el padre hizo suya la historia del niño. O un hombre viaja a una región muy pobre y hace un cáncer de hígado (resentir de carencia, falta, morir-se de hambre).
Aunque el conflicto que activa una respuesta biológica no sea nuestro, si la activa, podemos estar seguros que existe un conflicto oculto y latente en nuestro IB que resonó en el momento de observar y empalizar con el conflicto externo.
Cuando decimos que “el otro no existe”, estamos diciendo que todo lo que vemos en el exterior es un reflejo de nuestro interior, de nuestros datos previos y concretamente de nuestras creencias. De ahí la expresión “Los demás son nuestros espejos”.
Para profundizar en como las creencias se conectan con nuestra biología recomiendo el libro “La biología de las creencias” del biólogo Bruce Lipton.
Ante estas observaciones y para finalizar, debemos tener muy en cuenta lo siguiente:
“Nunca nadie ha solucionado el problema de otra persona sufriendo, lo único que va a conseguir es ponerse enferma y agravar el problema.”
2. Es inocente.
El IB no juzga, no entiende de “bien” y “mal”. Una experiencia es una experiencia, sea esta como sea. Además el IB siempre hará todo lo posible para que vivas lo que estás sintiendo. O sea, que experimentes en tu vida (exterior) aquellas cosas que resuenen con tus creencias y programas internos.
Debemos tener en cuenta que aunque el IB lo registre todo y llegue a esta vida ya con incalculables programas de supervivencia de protección, de valoración, superación, etc. No puede ver (o comprender) aquello que no ha visto o comprendido nunca antes. Para poder ver algo nuevo, debe experimentarlo a través de nuestra realidad de una forma u otra (y veremos que hay muchas formas de manifestar nuestras realidades internas). Es así como los programas que llevamos se manifiestan sin discriminación de juicio por parte del IB. Somos nosotros (el EGO) y no nuestro IB quien juzga y separa.
En la película “Y tu que sabes. Dentro de la madriguera del conejo” (2004) se muestra el ejemplo de los nativos americanos que veían moverse el agua pero no podían ver las naves españolas acercarse a sus costas pues nunca antes habían visto algo ni igual ni parecido y por lo tanto, no creían en ello. Pero el Chamán de la tribu cambia sus creencias hasta que toda la tribu puede verlas. Eso nos dice que cambiando nuestras creencias cambiamos nuestra realidad.
3. Es atemporal.
Para el IB todo es AHORA. Cuando recuerdas algo, el IB lo vive en el presente. Cuando planeas algo o te preocupas por el futuro, el IB lo vive ahora. Por esta razón, alguien que recuerda un miedo o un conflicto que sufrió hace tiempo, puede activar en el presente la solución biológica correspondiente y generar una enfermedad. Lo mismo puede ocurrir por el temor a algo que puede pasar en el futuro.
4. Todo es real.
Para el Inconsciente Biológico, lo imaginado es lo mismo que lo real. A todos nos pasa que cuando vemos a alguien caer-se al suelo con las rodillas, los codos o las manos y vemos luego como sangran sentimos como nuestro cuerpo reacciona a ello por un instante como si nos hubiera pasado a nosotros, lo que nos dice este punto es que solo por imaginarlo (a lo mejor solo por leerlo) el IB reacciona a ello y lo podemos notar en el cuerpo como una cascada bio-emocional.
Nuestra mente determina lo que vemos, lo que pensamos y lo que creemos. ¿Donde está entonces la separación de lo real y lo virtual? Ya hace tiempo que el actor, escritor y místico Neville Goddard dijo: “la imaginación siempre está creando la realidad.“
Por último, y aunque no sea una característica propiamente dicha, deberemos tener en cuenta que el inconsciente siempre querrá hacer “la prueba del algodón“. Te pondrá en una situación de prueba para asegurarse de que realmente te has curado o has superado el conflicto con el que lidiabas. Querrá comprobar que realmente has tomado consciencia y así poder pasar la nueva acción a refleja para olvidarse del programa. Eso significa que una vez asimilado y sanado un conflicto es más que probable que se te repita como si no te hubieses librado de él, pero es solo una vez más, para que puedas tener la oportunidad de decirle al conflicto:
“Te conozco, sé quien eres y lo que haces, ya me he librado de ti. Muchas gracias por haberme enseñado”
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Texto aportado por Joan Marc Vilanova i Pujó