viernes, 28 de febrero de 2014

CREENCIA O FICCION



Una mente que cree fervientemente en que alguien que nunca ha conocido, puede caminar sobre las aguas, multiplicar el alimento, sanar leprosos, revivir muertos y que, además, luego de morir, revivió, es una mente que puede creer en cualquier cosa, ya que eso y una película de ficción, representan lo mismo en el cerebro; y es este, el cerebro, nuestro ordenador portatil encefálico, quien envía señales por medio de nuestros miles de cables nerviosos, al centro emocional, que es donde son interperetadas como gratas o no tales historias, dándonos la sensación de ser creible o no, real o ficción.

Toda idea que tenemos sobre el bien y sobre el mal, han sido aprendidas por medio de softwares conocidos como tradición, cultura y religión.

De ahi que aunque para el cerebro es lo mismo el chapulín colorado que un hércules mitológico, se rechace o se acepte una historia, un cuento de hadas, una comedia divina.

En el sótano del inconciente y sub conciente está toda la información que una persona necesita referente a la vida y todo su esplendor.

Mientras se esté entretenido con historias aprendidas de super heroes legendarios en el tiempo, ese sótano aguarda que llevemos la luz de nuestra conciencia, lo desempolvemos y le organicemos.

Una vez realizada tal proeza, se comprende lo que es vivir en un templo.