sábado, 15 de febrero de 2014

EL AMOR, NO SABE QUE CAREZCA DE ALGO


 

Leo y escucho a veces, esa frase que dice que sin dios no somos nada,y comprendo que ese temor infundado a no ser nada, es quien impulsa el seguir a algún dios, aunque no se esté plenamente consciente de qué entidad energética es la que se sigue, pues son miles de millones las que abundan en otras dimensiones, y también son muchísimas las que juegan con los humanos que no se aceptan como seres individuales y autónomos.

Comprendo también que no hay amor ya que el amor no es pretencioso, y el seguir a un dios para huir de la nada que somos, es interés, y el interés no es amor.

Cuando alguien se reconoce a si mismo como lo que Es, desaparecen los mitos sobre dioses a seguir, o sobre dioses que vienen a salvarnos de algo.

Todo posible peligro que tenemos como real, fue aprendido de libros escritos por humanos temerosos y que se han dado a la tarea de perpetuar sus miedos en el tiempo, para así creer que son reales.

Cada uno de nosotros como ser unitotal, no tiene ni inicio ni final, no es corruptible ni mejorable.

Cada uno de nosotros es el centro de todo lo que existe a su alrededor, y sin cada uno de nosotros, ese fragmento de vida que gira a nuestro alrededor, no existiría tal como existe ahora que estamos ahí como centro.

Casi todo lo hemos aprendido de los demás y le hemos dado total credibilidad sin permitirnos dudar y reflexionar para ir mas allá.

Este es el momento adecuado para dar chance, a que nuestra conciencia se expanda sin ponerle ningún límite aprendido.

El amor no necesita nada porque, El mismo, no sabe que carezca de algo.

Solo nosotros los humanos creemos que necesitamos algo, sea material o espiritual.