miércoles, 11 de diciembre de 2013

EL SINDROME DEL YACENTE. UN SUTIL HIJO DE REMPLAZO. Dr. Salomon Sellam

Enlaces al libro "Salomon Sellam - El Síndrome del Yacente, un sutil hijo de reemplazo"

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Nuestra primera muerte es biológica.

Nuestro corazón se detiene.

Nuestro cerebro entrega las armas.

Nuestra alma emprende el viaje.

Nuestros omóplatos se despliegan y retomamos el vuelo.

Luego viene nuestra segunda muerte,
más o menos rápidamente, en el momento en que ya nadie piensa en nosotros.

La tumba ya no tiene flores, las malas hierbas invaden progresivamente nuestra “suite”.

Sola y durante largos años, grabada en el mármol, se queda nuestra identidad de inquilino terrestre: nuestro nombre, nuestro apellido,  nuestra fecha de nacimiento y la de nuestra partida.

A veces, antes de este olvido definitivo, las personas afectadas por nuestro fallecimiento demasiado prematuro o fuente de sufrimiento, guardan nuestra memoria ayudados por una fecha, un nombre.

Nuestra memoria, en espera, seguirá ligada a la tierra.

Luego, un niño nace.

Y quizás, sin saberlo, ¡posee una parte de esta memoria!

En ese caso, a pesar de nosotros, viviremos todavía, por intermedio de su cuerpo, de su voz y de su pensamiento.

Para el clan, tranquilizado, el relevo está asegurado…


                   Bioneuroemocion - Biodescodificacion - Duelo del Fantasma o Yaciente


 
En El Síndrome del Yacente, el Dr. Salomon Sellam describe un proceso inconsciente de reparación transgeneracional en el momento de una defunción “no admitida” y cualificada de “injustificada/injustificable” como la muerte prematura de un niño.


Este duelo, imposible de hacer en el momento del drama, va a ser el principio de un sufrimiento moral familiar que podrá ser gestionado, metabolizado a través de la programación inconsciente de un niño de sustitución. En la práctica supone la concepción de otro hijo a más o menos largo plazo. Este nuevo hijo, inconscientemente encargado de representar y de hacer vivir al difunto, presentará totalmente una serie de síntomas –comportamientos orgánicos o psíquicos- en relación con esta imposibilidad de vivir su propia vida y reagrupados en el síndrome del Yacente cuyo discurso se presenta a menudo con esta frase-clave: “no tengo la impresión de vivir mi vida“.

El Síndrome del Yacente aglutina pues un conjunto de signos clínicos, psicológicos y comportamientos que presenta una persona directamente atada a una o varias defunciones “escandalosas”. El doctor Sellam insiste particularmente en el diagnóstico del Síndrome del Yacente y en las diferentes terapéuticas puestas a nuestra disposición con el fin de disminuir sus efectos hoy.

Doctor en medicina y divulgador científico francés de origen argelino, Salomon Sellam es especialista en Medicina Psicosomática, campo al que ha dedicado varios libros de ensayo.



“La enfermedad es una situación de la vida cotidiana en la que un acontecimiento brusco, inesperado, que nos toma por sorpresa, nos desestabiliza totalmente.” (Salomon Sellam)


“La Psicosomática Clínica (PC) es un todo. Estudia todas las influencias posibles de la mente, y a veces del alma, sobre el cuerpo, las células, los funcionamientos fisiológicos, los comportamientos psicológicos o psiquiátricos, entre otros. Está dominada por nuestro Inconsciente que podríamos dividir en varios elementos: Inconsciente individual (Freudiano), Inconsciente Familiar (transgeneracional), Inconsciente Colectivo (Jungiano), Inconsciente biológico y seguramente otros.

Tal como lo aprendí, la Descodificación Biológica pura hace intervenir únicamente nuestro funcionamiento arcaico dominado por el Inconsciente Biológico. Por esto recibí muchas críticas cuando evocaba la psicología y el psicoanálisis al principio de mi carrera como descodificador.

Hoy, persisto y afirmo: nuestro inconsciente es un todo y no hace ninguna de estas distinciones. Cuando debe resolver una problemática psíquica, utiliza todo lo que tiene a su alcance para proteger al individuo. A veces solo la descodificación biológica es necesaria para hacer tomar consciencia, otras veces, le falta algo para lograrlo.

Dos casos para ejemplarizarlo:

Cáncer de pecho = Conflicto de nido, en relación con su marido, pero este último es el representante simbólico de su Padre (Complejo de Electra clásico).

Cáncer del páncreas = Infamia causada por su cuñado durante una comida familiar. Pero este episodio desencadenante está directamente en relación con su primer marido, doble simbólico de este cuñado. Además, ella no fue “defendida” por su segundo marido, lo que le recordó la falta de función protectora de su padre cuando era niña.
En los dos casos, nos hizo falta recorrer los caminos de la psicología a fin de ser más completo… para el bien de las dos pacientes.”

Dr. Salomón Sellam

(extracto de la revista “Les nouvelles Psychosomatiques” Feb 2011)