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¿Qué son los Registros Akásicos?
Los Registros Akásicos son una dimensión de la conciencia que contiene
un registro vibratorio de cada alma a lo largo de su viaje. Este cuerpo vibratorio
de conciencia se halla íntegramente en todas partes, y se puede acceder a él en
todo momento y en todo lugar. Como tal, los Registros constituyen un cuerpo
experiencial de conocimiento que contiene todo cuanto haya pensado, dicho y
hecho cada alma a lo largo de su existencia, así como todas sus posibilidades
futuras.
Vamos a descomponer la definición de arriba en partes más pequeñas,
comenzando con el significado de dimensión de la conciencia. Una
dimensión de conciencia es una esfera del mundo invisible que los seres humanos
podemos identificar y experimentar a través de sus cualidades, características
o rasgos. Por ejemplo, el estado de sueño es una dimensión de la conciencia que
contiene diferentes niveles de actividad que los seres humanos podemos
identificar y experimentar. Otras dimensiones de la conciencia se pueden
identificar como diferentes «regiones» de la mente (el consciente y el
subconsciente, la zona de la memoria, las áreas de las capacidades musicales o
de las matemáticas) y áreas del cerebro que gobiernan nuestras capacidades
físicas. Aún hay otras dimensiones de la conciencia que son diferentes estados
de relajación, que se miden mediante la actividad cerebral. Lo que todas estas
dimensiones de la conciencia tienen en común es que, aunque son invisibles,
sabemos que existen.
Durante el proceso de acceso a, o «apertura» de, los Registros Akásicos,
pasamos desde un estado de conciencia humana ordinaria hasta un estado de
conciencia universal divina en el cual reconocemos nuestra Unidad con lo Divino
en todos los niveles. Este estado de conciencia nos permite percibir las
impresiones y las vibraciones de los Registros. De este modo, los Registros han
venido prestando un servicio a la humanidad a lo largo de su desarrollo,
gracias al hecho de que constituyen un estado extraordinario mediante el cual
podemos recibir la iluminación divina a un ritmo manejable, un ritmo que nos
permite integrarla en nuestra experiencia humana. Gracias a esta integración,
se podría decir sin caer en la exageración que acceder al Akasha es como tener
vislumbres del Cielo en la Tierra.
Entremos ahora en el significado del Akasha. En la introducción
de El evangelio de Acuario de Jesús el Cristo, de Levi H.
Dowling, 2 se encuentra quizás la mejor descripción de esta palabra:
Akasha es una palabra
sánscrita que significa sustancia primaria, de la cual todas las
cosas han sido formadas [...] Es el primer estado de la cristalización del
espíritu [...] Esta sustancia akásica o primaria es de una finura exquisita, y
es tan sensible que la más ligera vibración de un éter en cualquier lugar del
universo hace que quede registrada una impresión indeleble sobre ella.
2
Publicado en castellano por Visión Libros, Barcelona, 1978. (N. del T.)
Cuando hablamos del Akasha, la sustancia primaria,
nos estamos refiriendo a la energía en su primer y más primitivo estado, antes
de que haya sido dirigida por nuestros pensamientos individuales, y afectada
por nuestras emociones en esta vida. Esta energía es una cualidad de la Luz,
tanto en un sentido físico como espiritual. Es una cualidad de la vitalidad,
individualizada exclusivamente como almas específicas.
Aunque Akasha es una palabra sánscrita, de los Registros Akásicos
se habla en muchos textos sagrados. A continuación encontrará varias
referencias:
De mi vida errante llevas tú la cuenta; recoge mis lágrimas en tu odre,
en tu registro.
—Biblia judía, Tanaj. Salmo 56:8-9
... dije entonces: «Heme aquí, que vengo; se ha escrito de mí en el
rollo del libro; me deleita hacer tu voluntad, oh Dios mío; sí. Tu ley está
dentro de mi corazón».
—Biblia ampliada, Salmo 40:7-8
... entonces dije: «He aquí que vengo a hacer Tu voluntad, oh Dios... [Para
cumplir] lo que está escrito de mí en el rollo de El Libro».
—Biblia
ampliada, Hebreos 10:7 Tú habías
escudriñado cada una de mis acciones, en tu libro estaban todas registradas,
mis días listados y determinados, aun antes de que el primero de ellos tuviera lugar.
—Nueva Biblia de Jerusalén, Salmo 139:16
... el libro en el cual las acciones de los hombres, buenas y malas, se
registran, El Libro de la Vida.
—Nueva Biblia de Jerusalén, Apocalipsis 20:12 Que nosotros y toda la Casa de Israel seamos
recordados y registrados en el
Libro de la Vida, bendición, sustento y paz.
—Majzor para Rosh Hashana y Yom Kippur: Un libro de oraciones para los
días austeros,
Rabí Jules Harlow, editor Y Jesús
abrió a [los discípulos] el significado del camino oculto, y del Santo Aliento,
y de la luz que no puede apagarse. Les habló de todo lo referente al Libro de
la Vida, a los Pergaminos de Grafael, al Libro del Recuerdo de Dios, donde
todos los pensamientos y las palabras de los hombres
están escritos.
—El evangelio de Acuario de Jesús el Cristo 158:3-4
Los Registros Akásicos son el Cuerpo de Luz de la autoconciencia
universal. Como tales, contienen la conciencia universal, con sus tres
principales componentes de mente, corazón y voluntad. Los Registros contienen
también las vibraciones radiantes de Luz que generan todas las cosas. Cada vez
que accedemos a los Registros, nuestra conciencia se ve afectada por esta cualidad
de Luz, y nos «iluminamos» con ella. Cuando esto ocurre, los efectos de la Luz
se hacen evidentes en nuestros pensamientos y emociones (y en los de nuestros
clientes), y comenzamos a experimentar una sensación creciente de paz y
bienestar.
Los Registros Akásicos están gobernados y protegidos por un grupo de
Seres de Luz no físicos llamados los Señores de los Registros. Estos seres
aseguran la integridad y la seguridad de los Registros. Ellos determinan no
sólo quién puede
acceder a ellos, sino también qué información puede
recibir quien accede. Los Señores de los Registros trabajan con los Maestros,
Profesores y Amados (que sirven para conectar el reino akásico con el reino
terrestre) a quienes les «descargan» la información que éstos retransmitirán
durante cada lectura akásica.
Aunque los Señores de los Registros y los Maestros Akásicos son seres no
físicos, algunos de los Profesores y todos los Amados han tenido una existencia
humana en la Tierra. Cuando usted trabaje en los Registros Akásicos, no verá
nunca a los Señores de los Registros, ni verá a los Profesores ni a los Amados
con la forma humana con la que existieron, pero podrá sentir su presencia
energética si un Profesor o un Amado considera adecuado y necesario
adelantarse y transmitir cierta información. Sin embargo, normalmente, los
Maestros, los Profesores y los Amados prefieren mantener el anonimato, a fin de
que aprendamos a confiar en la energía de los Registros, en lugar de
depender de identidades específicas que trabajan en los Registros.
«La terapia tradicional suele ser necesaria para aprendizajes y
problemas básicos; pero cuando una persona está preparada para ir más allá de
lo básico y alcanzar lo extraordinario, los Registros Akásicos superan el poder
de la terapia tradicional. Me siento muy agradecida por poder disponer de esta
poderosa y excitante herramienta para poder conocerme mejor a mí misma y para
poder convertirme en la persona que, desde que nací, se pretendía que tendría
que ser.»
—Kathryn
En el capítulo 3, hablaremos con más detalle de los papeles que juegan
los Señores de los Registros y los Maestros, Profesores y Amados. Sin embargo,
como ya habrá supuesto por la explicación anterior, para trabajar en los
Registros Akásicos se necesita comprender y aceptar el concepto de
reencarnación. Desde la perspectiva de los Registros, todas las almas son
eternas. En este nivel de comprensión, los Registros conservan el archivo de cada
alma en sus sucesivas vidas como seres humanos diferentes en el plano
terrestre, mientras evolucionan en el tiempo y el espacio. Una encarnación
humana tiene lugar como una manifestación específica del diseño perfecto del
alma. Lo que se pretende con la experiencia humana es convertir en físico el yo
perfecto que ya existe en el Akasha a nivel del alma. Pero hace falta tiempo,
de hecho muchas vidas, para evolucionar en la conciencia de la propia
naturaleza espiritual y para ser capaz de anclar esa conciencia en lo físico,
así como para convertirse en ese yo óptimo en el plano terrestre. En los
Registros, podemos ver y rastrear nuestras distintas encarnaciones. Así, en
esencia, los Registros Akásicos son, al mismo tiempo, un diseño perfecto a
nivel del alma y el catálogo de experiencias de un alma individual a medida que
crece en conciencia de sí misma como ser espiritual, divina en naturaleza y
manifestándose en el campo físico de la Tierra.
Es fácil comprender por qué al Akasha se le llama con frecuencia «los Registros».
El Akasha está organizado de tal forma que nos permite a los seres humanos
interactuar con este recurso espiritual y obtener vislumbres, orientación y
comprensión dentro del tiempo y el espacio terrestres. Para que nos resulten accesibles, los Registros están organizados
mediante los nombres legales actuales de las personas. De esta forma, sea cual
sea la vida en la que nos encontremos, podemos conseguir entrar y encontrar el
diseño, o el «Registro», de nuestra alma individual, y examinar el sendero de
su realización.
Aunque es cierto que los Registros Akásicos de cada alma se encuentran
en todas partes a la vez y son completamente accesibles, no sería demasiado
útil tener un acceso total a los Registros de un alma durante una lectura
akásica. La información sería tan vasta y abrumadora que sería casi imposible
descifrarla, y podría resultar más perjudicial que positiva.
Cada nombre tiene una cualidad vibratoria diferente, de modo que, cuando
abrimos unos Registros anímicos concretos, utilizamos el nombre que el alma
está utilizando actualmente en esta vida. La vibración de ese nombre nos
permite acceder a la «serie de Registros» que contienen la información que será
más relevante durante la lectura. No es de sorprender que los Registros
Akásicos hayan sido comparados con un «Internet cósmico», que nos permite
«googlear» información muy concreta cuando abrimos los Registros de una
persona.
La energía de los Registros se mueve sobre la palabra formulada o
pronunciada. Mientras una lectora o un lector akásico describe lo que está
recibiendo de los Registros, el proceso fluye. Las palabras pronunciadas
facilitan el movimiento de la energía, la relación con la historia que se tiene
entre manos y los pensamientos, sentimientos y posteriores acciones del
cliente. Si trabajas en tus propios Registros y asignas palabras a lo que está
sucediendo (sea a través del pensamiento, de la escritura o de la palabra
hablada), facilitas el mismo flujo de energía e información.
Los Registros Akásicos cambian y se expanden constantemente. A medida
que nuestra alma evoluciona a lo largo del tiempo, nuestros Registros se
ajustan a fin de reflejar nuestro crecimiento, y se hallan en un estado
continuo de refinado, en la medida en que nos alineamos con nuestra perfección
y manifestamos esa perfección en nuestra vida terrestre. Por tanto, podríamos
ver los Registros como un cuerpo intermediario de toda posibilidad,
probabilidad y eventualidad pasada, presente y futura. A través de ellos podemos
entender y obtener directrices, a medida que nos abrimos en nuestro interior al
viaje que nos llevará a convertirnos en nuestro yo óptimo en el mundo físico.
Los Registros Akásicos no admiten intrusión ni invasión alguna. No se
ponen de parte de ninguna personalidad o entidad concreta, ni están gobernados
ni poseídos por ninguna organización ni institución humana. De ahí que no sean
de dominio exclusivo de religión ni escuela de sabiduría metafísica alguna; más
bien, están a disposición de todos.
Debido a que el Akasha es la sustancia primaria a partir de la cual se
forman todos los pensamientos, los Registros se interpretan de diferentes modos
según las diferentes culturas, religiones y sistemas de creencias organizados.
Pero aquello en lo que coinciden normalmente todos es en la energía akásica en
sí, que se manifiesta y se reconoce en general como amor, luz, paz, poder,
belleza, armonía, alegría, fuerza, orden y equilibrio.
Durante siglos, los Registros Akásicos fueron dominio exclusivo de los
místicos, los santos y los eruditos; y era razonable que fuera así. El poder y la
sabiduría infinitos disponibles en los Registros no se pueden dejar en manos de
cualquiera, de ahí que fueran confiados a aquellas personas que estaban bien
preparadas para tal responsabilidad. Tanto en las tradiciones orientales como
en las occidentales, ha habido escuelas de misterios que preparaban a los
buscadores para el conocimiento esotérico. Se sabe que la formación era
rigurosa y estricta, con el fin de asegurar la santidad del trabajo,
protegiendo de este modo tanto al iniciado como a esta dimensión de conciencia.
Pero los tiempos han cambiado. La conciencia colectiva de la especie
humana ha estado creciendo, evolucionando y madurando; y, durante el proceso,
la humanidad ha pasado de la era de la dependencia de un «progenitor»
espiritual a la era de la independencia y la responsabilidad espiritual. Esta
independencia espiritual está marcada por personas que saben que disponen de
acceso directo a su fuente espiritual, y por la utilización de su independencia
para cultivar esa relación. A medida que sigamos forjando nuevos senderos dentro
y hacia los Registros Akásicos, cada vez serán más las personas que se
sientan atraídas hacia su Luz. En la actualidad, cualquier persona que asuma el
compromiso consciente de buscar y difundir la Luz Divina y la sanación puede
acceder a este cuerpo de sabiduría, conocimiento y dirección.
A mediados del siglo xx, Edgar Cayce (1877-1945) era la única persona
que leía los Registros Akásicos públicamente. Se le conocía como «el profeta
durmiente», porque su método para acceder a los Registros consistía en entrar
en un estado de sueño, que le permitía cambiar su conciencia y acceder al
Akasha. Mientras se hallaba en este estado, Cayce transmitía información, en
tanto que otra persona tomaba notas. Al despertar, él volvía a su estado de
conciencia ordinario y no recordaba nada de lo que había dicho.
Durante cuarenta y tres años, Cayce estuvo dando lecturas a diario de
los Registros Akásicos. En la actualidad, estas lecturas (más de catorce mil de
ellas) están a disposición del público y proporcionan muchísima información
acerca de los Registros Akásicos en sí, así como respuestas a miles de preguntas
relacionadas con la salud y la espiritualidad. Lo que resulta especialmente significativo
hoy en día acerca del trabajo de Cayce es que él popularizó los Registros
Akásicos. Aunque la teósofa Helena P. Blavatsky (1831-1891) y el antropósofo
Rudolf Steiner (1861-1925) se refirieron a los Registros Akásicos en sus
escritos, no fue hasta Edgar Cayce, a mediados de siglo, que las lecturas de
Registros Akásicos se convirtieron en una práctica familiar dentro del
movimiento de desarrollo de la conciencia.
«Leí algo de Edgar Cayce cuando era niña, pero no fue hasta que pasé por
una experiencia cercana a la muerte cuando alguien me recomendó que fuera a que
me hicieran una lectura de Registros Akásicos. Yo había tenido experiencias
extracorporales y estaba buscando algo que me anclara al suelo, un espacio
seguro. Después de la lectura, aprendí a leer los Registros por mí misma. Los
Registros se han convertido en mi pequeña ancla.»
—Rhonda
En la actualidad, miles de personas mantienen una
poderosa relación con los Registros Akásicos. Aunque hay personas que trabajan
con sus Registros estrictamente para su crecimiento y desarrollo personal,
otras utilizan sus Registros como apoyo en sus empresas artísticas, como en
fotografía, cerámica, pintura, literatura y composición musical. Hay hombres y
mujeres de negocios que utilizan los Registros para potenciar sus empresas o
sus carreras, y padres y madres que los emplean como guía y apoyo en sus
labores educativas con los hijos.
¿Cómo accede la gente a los Registros Akásicos?
La diversidad de métodos que la gente utiliza actualmente para acceder a
los Registros Akásicos guarda una estrecha correspondencia con la diversidad de
formas con las que entran en contacto con sus recursos espirituales. El Proceso
de la Oración del Sendero que presento en este libro forma parte de la
tradición de la «oración sagrada» para el acceso a los Registros. En esta
tradición, las personas encuentran su camino a los Registros a través de la luz
y de las vibraciones sonoras de las palabras pronunciadas. Las diferentes
oraciones que la gente ha desarrollado son como «rampas de acceso» que llevan a
diferentes áreas de los Registros.
En tanto que unas personas utilizan las oraciones para acceder a los
Registros, otras consiguen acceder a través de la hipnosis. Otras más son
capaces de entrar en contacto con los Registros utilizando los símbolos de la
técnica de sanación conocida como Reiki. Y sí, los hay también que son capaces
de acceder como consecuencia de sus prácticas meditativas y de otras formas de
desarrollo de la conciencia.
Todos los caminos que llevan a una relación consciente con los Registros
Akásicos son buenos y válidos. Lo más importante en cuanto al método que usted
elija es que éste le ponga en sintonía con lo que usted es como persona y le
permita experimentar cómodamente las lecturas más efectivas posibles. Al elegir
este libro, se le ha llevado al Proceso de la Oración del Sendero para el
Acceso al Corazón de los Registros Akásicos, porque este método en particular
puede serle útil. A usted no se le habría dirigido a este método si no fuera un
recurso efectivo; de modo que relájese, se encuentra usted en el sendero
correcto. Cuando esté preparada o preparado para dar sus primeros pasos en la
apertura de sus Registros Akásicos recibirá la guía y el apoyo de la Divinidad.
¡Después de todo, el Universo está de su parte, y conspira para que tenga éxito
en este empeño!
«Fue una amiga la que me animó a que me hicieran una lectura de
Registros Akásicos, pero me daba miedo, aunque finalmente concerté una cita
porque tenía una importante pregunta acerca de mi trabajo... de mi trabajo
creativo. ¡Aquella lectura cambió mi vida! Ahora tengo mi propio estudio, y
estoy en contacto con mi creatividad.»
—Homa
A través de mi trabajo como profesora y como lectora de los Registros me
he dado cuenta de que la mayoría de las personas que se han sentido atraídas
por el Proceso de la Oración del Sendero habían tenido experiencias previas con
la energía de los Registros Akásicos. Sin embargo, quizás aquellas experiencias
tuvieron lugar de forma «accidental», y posteriormente no les resultó fácil
repetirlas, de ahí que los Registros no fueran para ellas un recurso espiritual
fiable. Sin embargo, utilizando de forma consciente y deliberada el Proceso de
la Oración del Sendero (que es, en efecto, un código espiritual) usted podrá
dominar el proceso de tal modo que podrá acceder a los Registros siempre que lo
desee. En esencia, el uso de la Oración del Sendero le va a proporcionar una
vía de acceso a los Registros para usted mismo y para los demás de un modo
consciente, responsable, directo y a voluntad, y de esto no existen precedentes
en la historia de la humanidad.
Aunque los Registros Akásicos siempre están disponibles, no siempre lo
están para todo el mundo. Los Registros han sido durante mucho tiempo del
dominio de un grupo muy selecto de personas, que interactuaban con el Akasha en
nombre propio o en nombre de su comunidad. Cuando hablamos de la Nueva Era en
lo relativo a los Registros Akásicos estamos hablando del hecho de que ha
llegado el momento en que las personas seculares elijan sus propios recursos,
incluidos los Registros, y recorran sus propios senderos espirituales. Los días
de la inmadurez espiritual, de la «alimentación a cucharadas», de la opresión
espiritual y de la victimización han terminado. Nos encontramos en un nuevo
tiempo, un tiempo en el que tenemos que aprender a mantener una relación
consciente con nuestra propia autoridad espiritual. Hace cien años, esto no era
posible. Ciertamente, se habría considerado escandaloso.
Resulta curioso que, incluso hoy en día, no hayan demasiados libros en
circulación acerca de los Registros Akásicos; e incluso es más destacable el
hecho de que este libro sea el primero de su clase, en el sentido en que enseña
realmente un método explícito para la lectura de los Registros Akásicos.
En la segunda mitad del siglo XX aparecieron pocos libros que
identificaran y describieran los Registros Akásicos. Su aparición coincidió con
la primera fase de educación de la conciencia de las masas acerca de la
existencia de los Registros y de su potencial como recurso espiritual. De
aquella primera fase de libros, hay dos que recomiendo especialmente. El
primero es de Robert Chaney, el fundador de la Astara Foundation, una escuela
de sabiduría metafísica de California. En su libro, Akashic Records: Past Lives & New Directions (Los Registros
Akásicos: vidas pasadas y nuevas direcciones), Chaney compara los Registros Akásicos con un sistema informático, y utiliza
los términos informáticos para discutir distintos elementos de los Registros.
El segundo libro es de Kevin Todeschi, de la Association for Research and
Enlightenment (A.R.E.) (Asociación para la Investigación y la Iluminación), una
organización que estudia y promueve la obra de Edgar Cayce. El libro de Todeschi, Edgar Cayce on the Akashic Records: The liotik of life,' proporciona una perspectiva suma-mente esclarecedora sobre cómo
trabajaba Edgar Cayce en los Registros, el tipo de información que recibía
durante sus lecturas y cómo se utilizaba esa información.
Entre los libros publicados más recientemente, recomiendo un
interesantísimo libro titulado La ciencia y el campo akásico: una teoría
integral del todo, 3 del físico Ervin Laszlo. Este libro adopta un
enfoque científico para identificar y validar la existencia de los Registros
Akásicos, o «Campo-A».
3 Publicado en castellano por Nowtilus, Madrid,
2004. (N. del T.)
«Cuando abrí por primera vez mis propios Registros,
me sentí completamente envuelta en Luz, y supe que estaba en casa. Fue una
experiencia muy potente; ¡mi corazón palpitaba en todas partes! Me llevó un
minuto o dos tranquilizarme.»
—Nancy
El motivo por el cual estoy escribiendo este libro sobre cómo leer los
Registros Akásicos es el de ofrecerle una herramienta para su uso personal,
algo que pueda usted utilizar para avanzar en su sendero espiritual. Ha llegado
el momento. Es nuestro momento en la historia, y somos nosotros las personas,
la vanguardia de la Nueva Era, personas que asumen la responsabilidad de su
propia conciencia espiritual y de su relación consciente con el Dios de su
propia comprensión. No se trata de una canalización a la antigua usanza. Como
lectores Akásicos, nosotros «canalizamos» al permitir que la energía de los
Registros recorra nuestro cuerpo, nuestro corazón y nuestra mente. Canalizamos
energía e información directamente desde el Akasha, no de entidades ni
personalidades de otras dimensiones.
Como ya he mencionado anteriormente, la mayoría de las personas que
vienen a mí en busca de lecturas o de clases sobre los Registros Akásicos
aparecen porque, en un nivel profundo, tienen ya cierta familiaridad con los
Registros. Están respondiendo al impulso interior que les dice que ha llegado
el momento de llevar su desarrollo espiritual de un modo activo y consciente.
Los Registros encuentran siempre a las personas allí donde se encuentran, por
lo que usted sólo se verá atraído a este libro si es que ha llegado su momento
para aprender a leer los Registros. Quizás descubra, cuando comience a leerlos,
que siente cierta familiaridad con ellos. Vuelva directamente a casa.
¿Cómo accederemos a los Registros Akásicos en este libro?
En este libro utilizaremos el Proceso de la Oración del Sendero para
Acceder al Corazón de los Registros Akásicos. Como ya he dicho en el prefacio,
fueron mis Maestros, Profesores y Amados los que me dieron la Oración del
Sendero en septiembre de 2001, y lo compartí por vez primera con mi ayudante,
Christina, justo cuando las torres gemelas del World Trade Center se estaban
derrumbando, el 11 de septiembre. En aquel momento hubo una apertura en el
corazón colectivo de la humanidad, porque aquél fue el más terrible ataque de
la historia sobre suelo norteamericano, y nuestra antigua sensación de
invencibilidad saltó en pedazos, para ser reemplazada por una nueva sensación
de vulnerabilidad. Actualmente, como líderes globales en el movimiento para el
despertar espiritual interior, la psique norteamericana se encuentra en la
vanguardia de la humanidad en esta materia. Una herida al líder siempre tiene
un fuerte impacto en el grupo. La herida en el corazón de América se
corresponde con la herida y la posterior apertura del corazón de toda la
humanidad, y esta oración en particular es un punto focal para la atención
humana. Esta oración ancla y estabiliza esa apertura en el espacio del corazón,
y nos permite acceder a él de una forma más profunda. Fueron muchos los
corazones de las personas que se abrieron aquel día, al entrar en contacto unos
con otros en todo el mundo, y creo que esta oración abrió también un sendero
hasta el núcleo, hasta el Corazón, de los Registros, que es la sede del amor
incondicional dentro del cuerpo de sabiduría akásico.
Los Registros se consideran una entidad «espiritual», por cuanto se
hallan dentro del reino del espíritu, y a este particular dominio de la
conciencia se accede mejor y se alcanza a través de la acción espiritual de la
oración. Como enfoque espiritual, la oración implica a todo nuestro ser:
implica los procesos mentales de dirección y enfoque de nuestros pensamientos,
implica el acto físico de pronunciar la oración e implica la respuesta
emocional que sentimos con respecto a nuestro mensaje o petición. Todo esto se
combina para crear una experiencia espiritual mediante la cual atravesamos el
tiempo y el espacio y establecemos contacto consciente con el Espíritu Divino.
Así, aun cuando no nos sintamos muy espirituales mientras rezamos, el acto en
sí es un reconocimiento de la verdad espiritual, así como del deseo de vivir y
actuar desde ese lugar en ese momento.
Enseñando el
Proceso de la Oración del Sendero a cientos de alumnos durante los últimos
años, he podido ver cómo éstos se adentraban en una nueva dimensión de la
conciencia, una dimensión superior; y esto no sólo para sí mismos, sino para
aquellas personas cuyos Registros leían. Ha sido un proceso excitante y
milagroso, cuyos efectos se están sintiendo en todo el planeta. Y ahora me
siento ciertamente entusiasmada por poder ofrecerle a usted el
Proceso de la Oración del Sendero