jueves, 5 de diciembre de 2013

UNA INTRODUCCIÓN A LOS REGISTROS AKÁSICOS, por Linda HoWe



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¿Qué son los Registros Akásicos?


Los Registros Akásicos son una dimensión de la conciencia que contiene un registro vibratorio de cada alma a lo largo de su viaje. Este cuerpo vibratorio de conciencia se halla íntegramente en todas partes, y se puede acceder a él en todo momento y en todo lugar. Como tal, los Registros constituyen un cuerpo experiencial de conocimiento que contiene todo cuanto haya pensado, dicho y hecho cada alma a lo largo de su existencia, así como todas sus posibilidades futuras.



Vamos a descomponer la definición de arriba en partes más pequeñas, comenzando con el significado de dimensión de la conciencia. Una dimensión de conciencia es una esfera del mundo invisible que los seres humanos podemos identificar y experimentar a través de sus cualidades, características o rasgos. Por ejemplo, el estado de sueño es una dimensión de la conciencia que contiene diferentes niveles de actividad que los seres humanos podemos identificar y experimentar. Otras dimensiones de la conciencia se pueden identificar como diferentes «regiones» de la mente (el consciente y el subconsciente, la zona de la memoria, las áreas de las capacidades musicales o de las matemáticas) y áreas del cerebro que gobiernan nuestras capacidades físicas. Aún hay otras dimensiones de la conciencia que son diferentes estados de relajación, que se miden mediante la actividad cerebral. Lo que todas estas dimensiones de la conciencia tienen en común es que, aunque son invisibles, sabemos que existen.


Durante el proceso de acceso a, o «apertura» de, los Registros Akásicos, pasamos desde un estado de conciencia humana ordinaria hasta un estado de conciencia universal divina en el cual reconocemos nuestra Unidad con lo Divino en todos los niveles. Este estado de conciencia nos permite percibir las impresiones y las vibraciones de los Registros. De este modo, los Registros han venido prestando un servicio a la humanidad a lo largo de su desarrollo, gracias al hecho de que constituyen un estado extraordinario mediante el cual podemos recibir la iluminación divina a un ritmo manejable, un ritmo que nos permite integrarla en nuestra experiencia humana. Gracias a esta integración, se podría decir sin caer en la exageración que acceder al Akasha es como tener vislumbres del Cielo en la Tierra.


Entremos ahora en el significado del Akasha. En la introducción de El evangelio de Acuario de Jesús el Cristo, de Levi H. Dowling, 2 se encuentra quizás la mejor descripción de esta palabra:


Akasha es una palabra sánscrita que significa sustancia primaria, de la cual todas las cosas han sido formadas [...] Es el primer estado de la cristalización del espíritu [...] Esta sustancia akásica o primaria es de una finura exquisita, y es tan sensible que la más ligera vibración de un éter en cualquier lugar del universo hace que quede registrada una impresión indeleble sobre ella.

2 Publicado en castellano por Visión Libros, Barcelona, 1978. (N. del T.)



Cuando hablamos del Akasha, la sustancia primaria, nos estamos refiriendo a la energía en su primer y más primitivo estado, antes de que haya sido dirigida por nuestros pensamientos individuales, y afectada por nuestras emociones en esta vida. Esta energía es una cualidad de la Luz, tanto en un sentido físico como espiritual. Es una cualidad de la vitalidad, individualizada exclusivamente como almas específicas.


Aunque Akasha es una palabra sánscrita, de los Registros Akásicos se habla en muchos textos sagrados. A continuación encontrará varias referencias:

De mi vida errante llevas tú la cuenta; recoge mis lágrimas en tu odre, en tu registro.



—Biblia judía, Tanaj. Salmo 56:8-9

... dije entonces: «Heme aquí, que vengo; se ha escrito de mí en el rollo del libro; me deleita hacer tu voluntad, oh Dios mío; sí. Tu ley está dentro de mi corazón».


—Biblia ampliada, Salmo 40:7-8

... entonces dije: «He aquí que vengo a hacer Tu voluntad, oh Dios... [Para cumplir] lo que está escrito de mí en el rollo de El Libro».


—Biblia ampliada, Hebreos 10:7 Tú habías escudriñado cada una de mis acciones, en tu libro estaban todas registradas, mis días listados y determinados, aun antes de que el primero de ellos tuviera lugar.


—Nueva Biblia de Jerusalén, Salmo 139:16

... el libro en el cual las acciones de los hombres, buenas y malas, se registran, El Libro de la Vida.

—Nueva Biblia de Jerusalén, Apocalipsis 20:12 Que nosotros y toda la Casa de Israel seamos recordados y registrados en el
Libro de la Vida, bendición, sustento y paz.

—Majzor para Rosh Hashana y Yom Kippur: Un libro de oraciones para los días austeros,

Rabí Jules Harlow, editor Y Jesús abrió a [los discípulos] el significado del camino oculto, y del Santo Aliento, y de la luz que no puede apagarse. Les habló de todo lo referente al Libro de la Vida, a los Pergaminos de Grafael, al Libro del Recuerdo de Dios, donde todos los pensamientos y las palabras de los hombres están escritos.

—El evangelio de Acuario de Jesús el Cristo 158:3-4

Los Registros Akásicos son el Cuerpo de Luz de la autoconciencia universal. Como tales, contienen la conciencia universal, con sus tres principales componentes de mente, corazón y voluntad. Los Registros contienen también las vibraciones radiantes de Luz que generan todas las cosas. Cada vez que accedemos a los Registros, nuestra conciencia se ve afectada por esta cualidad de Luz, y nos «iluminamos» con ella. Cuando esto ocurre, los efectos de la Luz se hacen evidentes en nuestros pensamientos y emociones (y en los de nuestros clientes), y comenzamos a experimentar una sensación creciente de paz y bienestar.


Los Registros Akásicos están gobernados y protegidos por un grupo de Seres de Luz no físicos llamados los Señores de los Registros. Estos seres aseguran la integridad y la seguridad de los Registros. Ellos determinan no sólo quién puede

acceder a ellos, sino también qué información puede recibir quien accede. Los Señores de los Registros trabajan con los Maestros, Profesores y Amados (que sirven para conectar el reino akásico con el reino terrestre) a quienes les «descargan» la información que éstos retransmitirán durante cada lectura akásica.


Aunque los Señores de los Registros y los Maestros Akásicos son seres no físicos, algunos de los Profesores y todos los Amados han tenido una existencia humana en la Tierra. Cuando usted trabaje en los Registros Akásicos, no verá nunca a los Señores de los Registros, ni verá a los Profesores ni a los Amados con la forma humana con la que existieron, pero podrá sentir su presencia energética si un Profesor o un Amado considera adecuado y necesario adelantarse y transmitir cierta información. Sin embargo, normalmente, los Maestros, los Profesores y los Amados prefieren mantener el anonimato, a fin de que aprendamos a confiar en la energía de los Registros, en lugar de depender de identidades específicas que trabajan en los Registros.

«La terapia tradicional suele ser necesaria para aprendizajes y problemas básicos; pero cuando una persona está preparada para ir más allá de lo básico y alcanzar lo extraordinario, los Registros Akásicos superan el poder de la terapia tradicional. Me siento muy agradecida por poder disponer de esta poderosa y excitante herramienta para poder conocerme mejor a mí misma y para poder convertirme en la persona que, desde que nací, se pretendía que tendría que ser.»

—Kathryn

En el capítulo 3, hablaremos con más detalle de los papeles que juegan los Señores de los Registros y los Maestros, Profesores y Amados. Sin embargo, como ya habrá supuesto por la explicación anterior, para trabajar en los Registros Akásicos se necesita comprender y aceptar el concepto de reencarnación. Desde la perspectiva de los Registros, todas las almas son eternas. En este nivel de comprensión, los Registros conservan el archivo de cada alma en sus sucesivas vidas como seres humanos diferentes en el plano terrestre, mientras evolucionan en el tiempo y el espacio. Una encarnación humana tiene lugar como una manifestación específica del diseño perfecto del alma. Lo que se pretende con la experiencia humana es convertir en físico el yo perfecto que ya existe en el Akasha a nivel del alma. Pero hace falta tiempo, de hecho muchas vidas, para evolucionar en la conciencia de la propia naturaleza espiritual y para ser capaz de anclar esa conciencia en lo físico, así como para convertirse en ese yo óptimo en el plano terrestre. En los Registros, podemos ver y rastrear nuestras distintas encarnaciones. Así, en esencia, los Registros Akásicos son, al mismo tiempo, un diseño perfecto a nivel del alma y el catálogo de experiencias de un alma individual a medida que crece en conciencia de sí misma como ser espiritual, divina en naturaleza y manifestándose en el campo físico de la Tierra.



Es fácil comprender por qué al Akasha se le llama con frecuencia «los Registros». El Akasha está organizado de tal forma que nos permite a los seres humanos interactuar con este recurso espiritual y obtener vislumbres, orientación y comprensión dentro del tiempo y el espacio terrestres. Para que nos resulten accesibles, los Registros están organizados mediante los nombres legales actuales de las personas. De esta forma, sea cual sea la vida en la que nos encontremos, podemos conseguir entrar y encontrar el diseño, o el «Registro», de nuestra alma individual, y examinar el sendero de su realización.
 

Aunque es cierto que los Registros Akásicos de cada alma se encuentran en todas partes a la vez y son completamente accesibles, no sería demasiado útil tener un acceso total a los Registros de un alma durante una lectura akásica. La información sería tan vasta y abrumadora que sería casi imposible descifrarla, y podría resultar más perjudicial que positiva.


Cada nombre tiene una cualidad vibratoria diferente, de modo que, cuando abrimos unos Registros anímicos concretos, utilizamos el nombre que el alma está utilizando actualmente en esta vida. La vibración de ese nombre nos permite acceder a la «serie de Registros» que contienen la información que será más relevante durante la lectura. No es de sorprender que los Registros Akásicos hayan sido comparados con un «Internet cósmico», que nos permite «googlear» información muy concreta cuando abrimos los Registros de una persona.


La energía de los Registros se mueve sobre la palabra formulada o pronunciada. Mientras una lectora o un lector akásico describe lo que está recibiendo de los Registros, el proceso fluye. Las palabras pronunciadas facilitan el movimiento de la energía, la relación con la historia que se tiene entre manos y los pensamientos, sentimientos y posteriores acciones del cliente. Si trabajas en tus propios Registros y asignas palabras a lo que está sucediendo (sea a través del pensamiento, de la escritura o de la palabra hablada), facilitas el mismo flujo de energía e información.


Los Registros Akásicos cambian y se expanden constantemente. A medida que nuestra alma evoluciona a lo largo del tiempo, nuestros Registros se ajustan a fin de reflejar nuestro crecimiento, y se hallan en un estado continuo de refinado, en la medida en que nos alineamos con nuestra perfección y manifestamos esa perfección en nuestra vida terrestre. Por tanto, podríamos ver los Registros como un cuerpo intermediario de toda posibilidad, probabilidad y eventualidad pasada, presente y futura. A través de ellos podemos entender y obtener directrices, a medida que nos abrimos en nuestro interior al viaje que nos llevará a convertirnos en nuestro yo óptimo en el mundo físico.


Los Registros Akásicos no admiten intrusión ni invasión alguna. No se ponen de parte de ninguna personalidad o entidad concreta, ni están gobernados ni poseídos por ninguna organización ni institución humana. De ahí que no sean de dominio exclusivo de religión ni escuela de sabiduría metafísica alguna; más bien, están a disposición de todos.


Debido a que el Akasha es la sustancia primaria a partir de la cual se forman todos los pensamientos, los Registros se interpretan de diferentes modos según las diferentes culturas, religiones y sistemas de creencias organizados. Pero aquello en lo que coinciden normalmente todos es en la energía akásica en sí, que se manifiesta y se reconoce en general como amor, luz, paz, poder, belleza, armonía, alegría, fuerza, orden y equilibrio.


¿Quiénes utilizan los Registros Akásicos y para qué?


Durante siglos, los Registros Akásicos fueron dominio exclusivo de los místicos, los santos y los eruditos; y era razonable que fuera así. El poder y la sabiduría infinitos disponibles en los Registros no se pueden dejar en manos de cualquiera, de ahí que fueran confiados a aquellas personas que estaban bien preparadas para tal responsabilidad. Tanto en las tradiciones orientales como en las occidentales, ha habido escuelas de misterios que preparaban a los buscadores para el conocimiento esotérico. Se sabe que la formación era rigurosa y estricta, con el fin de asegurar la santidad del trabajo, protegiendo de este modo tanto al iniciado como a esta dimensión de conciencia.


Pero los tiempos han cambiado. La conciencia colectiva de la especie humana ha estado creciendo, evolucionando y madurando; y, durante el proceso, la humanidad ha pasado de la era de la dependencia de un «progenitor» espiritual a la era de la independencia y la responsabilidad espiritual. Esta independencia espiritual está marcada por personas que saben que disponen de acceso directo a su fuente espiritual, y por la utilización de su independencia para cultivar esa relación. A medida que sigamos forjando nuevos senderos dentro y hacia los Registros Akásicos, cada vez serán más las personas que se sientan atraídas hacia su Luz. En la actualidad, cualquier persona que asuma el compromiso consciente de buscar y difundir la Luz Divina y la sanación puede acceder a este cuerpo de sabiduría, conocimiento y dirección.


A mediados del siglo xx, Edgar Cayce (1877-1945) era la única persona que leía los Registros Akásicos públicamente. Se le conocía como «el profeta durmiente», porque su método para acceder a los Registros consistía en entrar en un estado de sueño, que le permitía cambiar su conciencia y acceder al Akasha. Mientras se hallaba en este estado, Cayce transmitía información, en tanto que otra persona tomaba notas. Al despertar, él volvía a su estado de conciencia ordinario y no recordaba nada de lo que había dicho.


Durante cuarenta y tres años, Cayce estuvo dando lecturas a diario de los Registros Akásicos. En la actualidad, estas lecturas (más de catorce mil de ellas) están a disposición del público y proporcionan muchísima información acerca de los Registros Akásicos en sí, así como respuestas a miles de preguntas relacionadas con la salud y la espiritualidad. Lo que resulta especialmente significativo hoy en día acerca del trabajo de Cayce es que él popularizó los Registros Akásicos. Aunque la teósofa Helena P. Blavatsky (1831-1891) y el antropósofo Rudolf Steiner (1861-1925) se refirieron a los Registros Akásicos en sus escritos, no fue hasta Edgar Cayce, a mediados de siglo, que las lecturas de Registros Akásicos se convirtieron en una práctica familiar dentro del movimiento de desarrollo de la conciencia.

«Leí algo de Edgar Cayce cuando era niña, pero no fue hasta que pasé por una experiencia cercana a la muerte cuando alguien me recomendó que fuera a que me hicieran una lectura de Registros Akásicos. Yo había tenido experiencias extracorporales y estaba buscando algo que me anclara al suelo, un espacio seguro. Después de la lectura, aprendí a leer los Registros por mí misma. Los Registros se han convertido en mi pequeña ancla.»

—Rhonda


En la actualidad, miles de personas mantienen una poderosa relación con los Registros Akásicos. Aunque hay personas que trabajan con sus Registros estrictamente para su crecimiento y desarrollo personal, otras utilizan sus Registros como apoyo en sus empresas artísticas, como en fotografía, cerámica, pintura, literatura y composición musical. Hay hombres y mujeres de negocios que utilizan los Registros para potenciar sus empresas o sus carreras, y padres y madres que los emplean como guía y apoyo en sus labores educativas con los hijos.

¿Cómo accede la gente a los Registros Akásicos?

La diversidad de métodos que la gente utiliza actualmente para acceder a los Registros Akásicos guarda una estrecha correspondencia con la diversidad de formas con las que entran en contacto con sus recursos espirituales. El Proceso de la Oración del Sendero que presento en este libro forma parte de la tradición de la «oración sagrada» para el acceso a los Registros. En esta tradición, las personas encuentran su camino a los Registros a través de la luz y de las vibraciones sonoras de las palabras pronunciadas. Las diferentes oraciones que la gente ha desarrollado son como «rampas de acceso» que llevan a diferentes áreas de los Registros.


En tanto que unas personas utilizan las oraciones para acceder a los Registros, otras consiguen acceder a través de la hipnosis. Otras más son capaces de entrar en contacto con los Registros utilizando los símbolos de la técnica de sanación conocida como Reiki. Y sí, los hay también que son capaces de acceder como consecuencia de sus prácticas meditativas y de otras formas de desarrollo de la conciencia.


Todos los caminos que llevan a una relación consciente con los Registros Akásicos son buenos y válidos. Lo más importante en cuanto al método que usted elija es que éste le ponga en sintonía con lo que usted es como persona y le permita experimentar cómodamente las lecturas más efectivas posibles. Al elegir este libro, se le ha llevado al Proceso de la Oración del Sendero para el Acceso al Corazón de los Registros Akásicos, porque este método en particular puede serle útil. A usted no se le habría dirigido a este método si no fuera un recurso efectivo; de modo que relájese, se encuentra usted en el sendero correcto. Cuando esté preparada o preparado para dar sus primeros pasos en la apertura de sus Registros Akásicos recibirá la guía y el apoyo de la Divinidad. ¡Después de todo, el Universo está de su parte, y conspira para que tenga éxito en este empeño!

«Fue una amiga la que me animó a que me hicieran una lectura de Registros Akásicos, pero me daba miedo, aunque finalmente concerté una cita porque tenía una importante pregunta acerca de mi trabajo... de mi trabajo creativo. ¡Aquella lectura cambió mi vida! Ahora tengo mi propio estudio, y estoy en contacto con mi creatividad.»

—Homa

A través de mi trabajo como profesora y como lectora de los Registros me he dado cuenta de que la mayoría de las personas que se han sentido atraídas por el Proceso de la Oración del Sendero habían tenido experiencias previas con la energía de los Registros Akásicos. Sin embargo, quizás aquellas experiencias tuvieron lugar de forma «accidental», y posteriormente no les resultó fácil repetirlas, de ahí que los Registros no fueran para ellas un recurso espiritual fiable. Sin embargo, utilizando de forma consciente y deliberada el Proceso de la Oración del Sendero (que es, en efecto, un código espiritual) usted podrá dominar el proceso de tal modo que podrá acceder a los Registros siempre que lo desee. En esencia, el uso de la Oración del Sendero le va a proporcionar una vía de acceso a los Registros para usted mismo y para los demás de un modo consciente, responsable, directo y a voluntad, y de esto no existen precedentes en la historia de la humanidad.
 

Aunque los Registros Akásicos siempre están disponibles, no siempre lo están para todo el mundo. Los Registros han sido durante mucho tiempo del dominio de un grupo muy selecto de personas, que interactuaban con el Akasha en nombre propio o en nombre de su comunidad. Cuando hablamos de la Nueva Era en lo relativo a los Registros Akásicos estamos hablando del hecho de que ha llegado el momento en que las personas seculares elijan sus propios recursos, incluidos los Registros, y recorran sus propios senderos espirituales. Los días de la inmadurez espiritual, de la «alimentación a cucharadas», de la opresión espiritual y de la victimización han terminado. Nos encontramos en un nuevo tiempo, un tiempo en el que tenemos que aprender a mantener una relación consciente con nuestra propia autoridad espiritual. Hace cien años, esto no era posible. Ciertamente, se habría considerado escandaloso.


Resulta curioso que, incluso hoy en día, no hayan demasiados libros en circulación acerca de los Registros Akásicos; e incluso es más destacable el hecho de que este libro sea el primero de su clase, en el sentido en que enseña realmente un método explícito para la lectura de los Registros Akásicos.


En la segunda mitad del siglo XX aparecieron pocos libros que identificaran y describieran los Registros Akásicos. Su aparición coincidió con la primera fase de educación de la conciencia de las masas acerca de la existencia de los Registros y de su potencial como recurso espiritual. De aquella primera fase de libros, hay dos que recomiendo especialmente. El primero es de Robert Chaney, el fundador de la Astara Foundation, una escuela de sabiduría metafísica de California. En su libro, Akashic Records: Past Lives & New Directions (Los Registros Akásicos: vidas pasadas y nuevas direcciones), Chaney compara los Registros Akásicos con un sistema informático, y utiliza los términos informáticos para discutir distintos elementos de los Registros. El segundo libro es de Kevin Todeschi, de la Association for Research and Enlightenment (A.R.E.) (Asociación para la Investigación y la Iluminación), una organización que estudia y promueve la obra de Edgar Cayce. El libro de Todeschi, Edgar Cayce on the Akashic Records: The liotik of life,' proporciona una perspectiva suma-mente esclarecedora sobre cómo trabajaba Edgar Cayce en los Registros, el tipo de información que recibía durante sus lecturas y cómo se utilizaba esa información.
 

Entre los libros publicados más recientemente, recomiendo un interesantísimo libro titulado La ciencia y el campo akásico: una teoría integral del todo, 3 del físico Ervin Laszlo. Este libro adopta un enfoque científico para identificar y validar la existencia de los Registros Akásicos, o «Campo-A».



3  Publicado en castellano por Nowtilus, Madrid, 2004. (N. del T.)



«Cuando abrí por primera vez mis propios Registros, me sentí completamente envuelta en Luz, y supe que estaba en casa. Fue una experiencia muy potente; ¡mi corazón palpitaba en todas partes! Me llevó un minuto o dos tranquilizarme.»

—Nancy


El motivo por el cual estoy escribiendo este libro sobre cómo leer los Registros Akásicos es el de ofrecerle una herramienta para su uso personal, algo que pueda usted utilizar para avanzar en su sendero espiritual. Ha llegado el momento. Es nuestro momento en la historia, y somos nosotros las personas, la vanguardia de la Nueva Era, personas que asumen la responsabilidad de su propia conciencia espiritual y de su relación consciente con el Dios de su propia comprensión. No se trata de una canalización a la antigua usanza. Como lectores Akásicos, nosotros «canalizamos» al permitir que la energía de los Registros recorra nuestro cuerpo, nuestro corazón y nuestra mente. Canalizamos energía e información directamente desde el Akasha, no de entidades ni personalidades de otras dimensiones.


Como ya he mencionado anteriormente, la mayoría de las personas que vienen a mí en busca de lecturas o de clases sobre los Registros Akásicos aparecen porque, en un nivel profundo, tienen ya cierta familiaridad con los Registros. Están respondiendo al impulso interior que les dice que ha llegado el momento de llevar su desarrollo espiritual de un modo activo y consciente. Los Registros encuentran siempre a las personas allí donde se encuentran, por lo que usted sólo se verá atraído a este libro si es que ha llegado su momento para aprender a leer los Registros. Quizás descubra, cuando comience a leerlos, que siente cierta familiaridad con ellos. Vuelva directamente a casa.

¿Cómo accederemos a los Registros Akásicos en este libro?


En este libro utilizaremos el Proceso de la Oración del Sendero para Acceder al Corazón de los Registros Akásicos. Como ya he dicho en el prefacio, fueron mis Maestros, Profesores y Amados los que me dieron la Oración del Sendero en septiembre de 2001, y lo compartí por vez primera con mi ayudante, Christina, justo cuando las torres gemelas del World Trade Center se estaban derrumbando, el 11 de septiembre. En aquel momento hubo una apertura en el corazón colectivo de la humanidad, porque aquél fue el más terrible ataque de la historia sobre suelo norteamericano, y nuestra antigua sensación de invencibilidad saltó en pedazos, para ser reemplazada por una nueva sensación de vulnerabilidad. Actualmente, como líderes globales en el movimiento para el despertar espiritual interior, la psique norteamericana se encuentra en la vanguardia de la humanidad en esta materia. Una herida al líder siempre tiene un fuerte impacto en el grupo. La herida en el corazón de América se corresponde con la herida y la posterior apertura del corazón de toda la humanidad, y esta oración en particular es un punto focal para la atención humana. Esta oración ancla y estabiliza esa apertura en el espacio del corazón, y nos permite acceder a él de una forma más profunda. Fueron muchos los corazones de las personas que se abrieron aquel día, al entrar en contacto unos con otros en todo el mundo, y creo que esta oración abrió también un sendero hasta el núcleo, hasta el Corazón, de los Registros, que es la sede del amor incondicional dentro del cuerpo de sabiduría akásico.


¿Para qué utilizar una oración para acceder a los Registros Akásicos?

Los Registros se consideran una entidad «espiritual», por cuanto se hallan dentro del reino del espíritu, y a este particular dominio de la conciencia se accede mejor y se alcanza a través de la acción espiritual de la oración. Como enfoque espiritual, la oración implica a todo nuestro ser: implica los procesos mentales de dirección y enfoque de nuestros pensamientos, implica el acto físico de pronunciar la oración e implica la respuesta emocional que sentimos con respecto a nuestro mensaje o petición. Todo esto se combina para crear una experiencia espiritual mediante la cual atravesamos el tiempo y el espacio y establecemos contacto consciente con el Espíritu Divino. Así, aun cuando no nos sintamos muy espirituales mientras rezamos, el acto en sí es un reconocimiento de la verdad espiritual, así como del deseo de vivir y actuar desde ese lugar en ese momento.


Enseñando el Proceso de la Oración del Sendero a cientos de alumnos durante los últimos años, he podido ver cómo éstos se adentraban en una nueva dimensión de la conciencia, una dimensión superior; y esto no sólo para sí mismos, sino para aquellas personas cuyos Registros leían. Ha sido un proceso excitante y milagroso, cuyos efectos se están sintiendo en todo el planeta. Y ahora me siento ciertamente entusiasmada por poder ofrecerle a usted el Proceso de la Oración del Sendero