Vídeo en Youtube: Tu hijo, tu espejo - Martha Alicia Chávez
Libro en pdf: "TU HIJO. TU ESPEJO - Un libro para padres valientes - Martja Alicia Chávez Martínez")
http://mamaryamar.adriano.com.es/documentos/Tu_Hijo_Tu_Espejo.pdf
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Antes de concebir un hijo, los padres, sin saberlo, lo programan, para luego ser víctimas de su propio invento.
Si el hijo fue, por ejemplo, planeado como una opción para salvar la pareja y no separarse, pues, llegado el momento en que realmente las circunstancias les demuestra que no pueden seguir juntos, el inconsciente del hijo pone en acción el programa: "mis padres no pueden separarse" o "mis padres me trajeron para evitar su separación", etc. y es de este modo que los jovencitos sufren por no poder evitar lo inevitable, recriminándose ellos mismos su falta al programa, viéndose como desleales a la intensión original por la que fue engendrado.
Si conformar una pareja es algo muy serio y de mucho respeto y de mucha conciencia, el traer hijos sí que lo es mucho mas.
Algo que se sabe hoy día, es que los hijos no se enferman, sino que sus padres los enferman, ya que al no ser conscientes los padres del gran vínculo psicológico que tienen con sus pequeños, viven como bien pueden, normalmente sin conciencia plena de sus propios pensamientos y sentimientos, guardándose preocupaciones que luego el hijo exterioriza como enfermedad.
Y pobres hijos, luego son llevados donde los médicos para que le envíen, en el mejor de los casos, alguna pastillita.
Por algo se dice que los hijos deben educarse 20 años antes de nacer.
Hay que ser muy delicado cuando se desea traer un hijo a la existencia, pues este es un nuevo mundo en el cual ellos gobernarán.
Los jóvenes empiezan a liberarse de ese lazo de enfermedades producidas por sus padres, luego de los 16 años, o antes si es que alguien los concientiza.
